La Cumbre Mundial del Clima o COP27 deja en evidencia que la crisis climática sigue su curso y el mundo aún no ha pisado el acelerador para combatirlo.
El último informe de WWF lo deja claro. La selva amazónica está al borde de la destrucción y cerca del "punto de inflexión" en el que ya no nos beneficiará como herramienta de absorción de los gases de efecto invernadero.
La alarma está encendida en la Amazonía
La selva tropical más grande del mundo se encuentra en grave peligro y su estado habitual al que llevamos acostumbrados toda la vida podría cambiar para siempre. La presencia del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que asistió a la cumbre climática de la ONU COP27 en Sharm El Sheikh, Egipto, solo es un espejismo de lo que realmente sucede en este país, según los datos de WWF. El planeta necesita una acción ya.
La tala ilegal, la deforestación de la Amazonía ha alcanzado las cotas más altas desde que se tienen registros. Los actuales, son los niveles más altos en los últimos 15 años.
"Podríamos perder el Amazonas en un estado de degradación permanente e irreversible que afectaría a todo el planeta... la evidencia da una clara advertencia", afirma Mary Gagen autora del informe.
Ya hemos perdido entre el 13 y el 17% de la selva amazónica, lo que está conduciendo a áreas más secas, con menos lluvias y un camino que podría conducir a la degradación permanente de este espectacular paraje y que acabe convirtiéndose en lo que conocemos como un 'secarral'.
El informe dice que el 34 por ciento del área ya ha experimentado al menos uno de estos umbrales críticos de punto de inflexión, que son: recibir menos de 1500 mm de lluvia anual, una estación seca de más de 7 meses y la deforestación a menos del 20% de cobertura original de bosque.
“Cuanto más se destruye el Amazonas, más limitamos nuestra capacidad para permanecer dentro de los 1,5 grados”, dice la experta.
Los datos son claros. La Amazonía se aboca al desastre si no protegemos y restauramos la naturaleza.
Fuente: Muy Interesante