Las contraseñas existen desde hace siglos, los primeros registros históricos que se tienen son de tiempos de los romanos, y aunque en los inicios de la era de Internet eran efectivas, con el paso del tiempo se han vuelto vulnerables.
Fernando Corbató es el hombre que contribuyó a la invención del password que nos sirve para acceder a cuentas de correo y redes sociales de forma cifrada.
En la actualidad, existen programas y computadoras capaces de realizar 53.000 millones de intentos por segundo para adivinar una contraseña. Las posibilidades de que lo logre, y en poco tiempo, son muy elevadas.
Las más segura deben ser complicadas, larguísimas y cambiarse frecuentemente. La receta ideal para una contraseña segura debe tener unos 24 caracteres que incluyan letras en mayúsculas, minúsculas, números, símbolos y algún signo de un alfabeto distinto.
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