A principios de los años cincuenta, Ian Fleming escribió en su casa en el norte
de Jamaica una saga de ficción con fragmentos de realidad distorsionada.
Durante seis años, Fleming se había empapado del ambiente en que vivían los agentes secretos británicos.
Fleming, quien trabajaba como funcionario de los Servicios de Inteligencia Naval Británica, viajó a Portugal en mayo de 1941 y se hospedó en un célebre , tuvo la suerte de que a un a un lado de su cuarto estaba el de de Dušan Popov , un espía que se había ganado una reputación entre sus compañeros de oficio por llevar una vida plagada de lujos, conducir autos veloces y ser un cotizado amante de las más bellas mujeres de la época.
Dušan Popov se convirtió en un doble agente para el MI5, servicio de inteligencia del Reino Unido, durante la Segunda Guerra Mundial.
De memoria fotográfica, inteligencia aguda, culto y un encanto ineludible para las bellas mujeres, el doble agente hablaba alemán, inglés, francés e italiano.
La gran apuesta de Popov fue usada por el novelista como base de Casino Royale (1953), la primera novela de James Bond.
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