Un estudio descubrió que permanecer sentado durante mucho tiempo podría afectar el suministro de glucosa al cerebro y tener un impacto negativo en la salud.
El cerebro sólo representa el 2% de nuestro peso corporal y requiere un 20% del total de nuestras necesidades energéticas cuando está en reposo. El cerebro se nutre principalmente de glucosa y una interrupción de este abastecimiento podría alterar e incluso dañar las células cerebrales y por lo tanto tener consecuencias negativas en nuestra salud mental.
Los bajos índices de glucosa y también los elevados índices de glucosa, son susceptibles de aumentar el riesgo de demencia. Asimismo, pasar de un índice muy bajo a uno muy elevado representa también riesgos. Una variable glucémica entre un índice y otro puede provocar un descenso de las funciones cognitivas. El control riguroso de la glucemia es esencial para la salud de nuestro cerebro.
El estudio también determina que permanecer sentado aproximadamente ocho horas al día en promedio, provoca todo tipo de problemas: enfermedades cardíacas, del páncreas, pérdida de tonicidad muscular, problemas circulatorios y al mismo tiempo el cerebro se ralentiza, porque… estando sentados, todo se hace más lento.
Pero los investigadores no pusieron el ojo en esta problemática recién ahora, sino que ya en el año 2010 habían publicado un estudio realizado por la Sociedad americana de Cáncer, que encendió las alarmas, afirmando que la tasa de mortalidad en una persona que pasa más de seis horas al día sentada era 20% más elevada que quienes pasaban sólo tres horas al día sentados. Pasar demasiado tiempo en esta misma posición, incrementa el riesgo de muerte precoz y se considera que se necesitan entre 60 y 75 minutos de actividad física al día para compensar este riesgo.
Esto representa mucho tiempo, al menos dos veces más que el mínimo recomendado en adultos. Tome en consideración levantarse de manera regular durante el día con el fin de no permanecer tantas horas sentado, ya que esto puede influir directamente en su salud.
¿Qué hacer?
Muchos estudios demostraron los beneficios de una caminata de baja intensidad, en especial después de las comidas, ya que actúa directamente sobre los niveles de glucosa. Esto hará que estos índices no aumenten mucho, ni bajen demasiado. Éste fenómeno podría encontrar su explicación en el hecho de que los músculos en movimiento consumen una parte de la glucosa presente en nuestro sistema y por lo tanto, le permiten conservar niveles óptimos y saludables.
Otras investigaciones sugieren que una actividad física de mediana o baja intensidad, pero intercalada durante el día, tiene más beneficios sobre el control de glucosa que un esfuerzo pequeño y corto practicado durante la mañana. Incluso, la cantidad de energía consumida es la misma.
¿Qué efectos tiene sobre nuestro cerebro?
Es posible que todo esto sólo se trate de nivelar la glucosa, pero ¿qué efectos tiene sobre nuestro cerebro? Los resultados de los estudios en relación a este interrogante son variados. La idea según la cual un día entero sentados puede tener, en relación a otro en donde hemos intercalado actividad física, un impacto negativo sobre las actividades que están relacionadas con la memoria; es una teoría que no todos están dispuestos a corroborar.
Otras investigaciones eligieron hacer un estudio sobre varias personas durante unos años y sugieren que existe una conexión entre el tiempo que pasamos sentados y las alteraciones de las funciones cerebrales. Pero es difícil sacar conclusiones de acuerdo a la cantidad de información obtenida, ya que en este caso fueron los propios participantes quienes reportaron los datos.
¡A caminar!
Además de los estudios que se realizaron directamente sobre las performances de los participantes en cuanto a las tareas que requieren la utilización del cerebro, también se hicieron otras investigaciones. Científicos de la Universidad de Nuevo México Highlands, demostraron que cuando caminamos, el impacto de nuestros pies en el piso, envía ondas de presión a través de los vasos sanguíneos a nuestro cerebro incrementando el flujo.
Ahora bien, este flujo sanguíneo está ligado a la regulación del abastecimiento de glucosa al cerebro. Esta variante puede entonces tener efectos en su salud. Sabemos por ejemplo, que un descenso del abastecimiento de sangre al cerebro acelera la pérdida de funciones cerebrales en personas afectadas por el mal de Alzheimer.
Para los científicos, la conexión que existe entre el hecho de estar sentados y la alteración de las funciones cerebrales es un verdadero interrogante. Los estudios llevados a cabo hasta el presente, tienden a mostrar que la reducción del tiempo que pasamos sentados, efectivamente tiende a ralentizar el declive de las funciones cognitivas, pero no las mejora.
Para el resto de la población, e incluso si las conclusiones científicas aún no son concluyentes, siempre es aconsejable pasar menos tiempo sentados, particularmente después de las comidas.
Una alteración en los niveles de glucosa puede tener efectos nefastos en nuestra salud.
De modo que, no dudes en realizar una caminata breve después del almuerzo, lavar los platos de pie luego de cenar, ir a trabajar a pie o en bicicleta o sacar a pasear a tu mascota. Las posibilidades de evitar permanecer tantas horas sentados, son muchas y tu salud te lo agradecerá.
#PiensaPositivo
Fuente: Saludable.Guru
QUE buenas noticias sacas MARIANO esto nunca lo avia leido, gracias por el CONSEJO