Según un trabajo que se acaba de publicar en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), en general las hembras viven un 18 % más que los machos. El equipo de científicos analizó la esperanza de vida en 101 especies distintas, y encontró que este dato se cumplía en más del 60 % de las especies estudiadas. En los humanos, las mujeres tienden a vivir el 7,8 % que los hombres.
“Ya se sabía que las mujeres viven más que los hombres, pero nos sorprendió descubrir que estas diferencias en la esperanza de vida son incluso más pronunciadas en los mamíferos salvajes”, explica Tamás Székely, del Centro Milner de Evolución de la Universidad de Bath y participante en el trabajo. “Esto podría deberse a que las mujeres son, de forma natural, capaces de vivir más tiempo o bien a que la mortalidad femenina es más baja en comparación con la de los hombres”.
Según los autores del trabajo, el motivo sería el segundo: no es una cuestión de envejecer a distinta velocidad, sino que más bien que las hembras adultas tienen menos riesgo de morir que los machos. Esto podría deberse a interacciones complejas entre las condiciones ambientales y los costes de reproducción propios de cada sexo, pero el equipo tendrá que comprobar estas hipótesis en próximas investigaciones.
El ejemplo de los leones
Los autores explican que, en el caso de los leones, ellas viven un 50 % más que ellos. En un principio se pensaba que era debido a la selección sexual, porque los machos luchan entre sí para conseguir a las hembras, pero lo datos analizados no respaldan esta teoría.
"Las leonas tienden a vivir en grupo: hermanas, madres e hijas cazan juntas y se cuidan entre sí, mientras que los leones machos adultos a menudo viven solos o con sus hermanos y, por lo tanto, no tienen la misma red de apoyo”, explica el investigador, si bien esta explicación es tan solo una hipótesis que necesita ser comprobada.
“Otra posible explicación sería que la supervivencia femenina aumenta cuando los machos asumen una parte del cuidado parental, como sucede en las aves. Dar a luz y cuidar a las crías supone un coste muy alto de salud en las hembras y, por lo tanto, este coste se reduce si ambos progenitores colaboran en la cría de los cachorros”, explica Székely.
Estudios en zoológicos
Otra de las futuras investigaciones comparará los datos de esperanza de vida entre poblaciones salvajes y animales que viven en cautividad y, por tanto, no tienen que lidiar con depredadores y competir por la comida. Esto les permitirá medir hasta qué punto las diferencias biológicas entre los sexos tienen un efecto sobre la esperanza de vida.También se podría estudiar de esta forma el impacto de los patógenos ambientales, que afectan de forma diferente a machos y hembras y por tanto pueden producir diferencias de sexo en la esperanza de vida.
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Fuente: Muy Interesante