Científicos explican que existen dos principales procesos biológicos que controlan el sueño; el primero es el impulso homeostático, es decir, una demanda del cuerpo, que necesita situarse en un estado de bienestar ideal para su supervivencia (como el hambre o la sed); el segundo es un proceso circadiano, que nos impulsa a regular nuestros 'horarios internos' con los de la propia Tierra.
Pero el sueño no es un impulso totalmente irrefrenable. Como seres humanos, somos capaces de desafiar la necesidad de dormir en los momentos en que hay que mantener la atención. Por eso, ¿por qué el sueño nos invade más fácilmente ante situaciones aburridas, por mucho que intentemos resistirnos?
Gracias a investigaciones previas, existe un consenso entre los científicos con respecto a que los factores cognitivos y emocionales también influyen en el comportamiento sueño-vigilia; sin embargo, se desconocían los mecanismos precisos del circuito que subyacen a sus efectos sobre el control del sueño. Hasta ahora.
Una investigación publicada en la revista Nature Communications ha llegado a la conclusión de que una parte del cerebro que está asociada con la motivación y el placer, el núcleo accumbens, también puede producir sueño.
Un hallazgo que puede explicar por qué tenemos la tendencia a quedarnos dormidos en ausencia de estímulos motivadores, es decir, cuando estamos aburridos.
Los científicos utilizaron técnicas genéticas y ópticas para controlar las actividades de las neuronas del núcleo acumbens en ratones. Además, midieron los comportamientos que estaban mediados por dichas neuronas. Como resultado, el equipo descubrió que las neuronas del núcleo accumbens tienen una capacidad extremadamente fuerte de inducir el sueño; tan poderoso que no se diferencia del sueño que provocan los procesos circadianos y homeostáticos que mencionábamos al inicio del artículo.
Este tipo de sueño 'natural' se conoce como sueño de onda lenta, pues se caracteriza por la tensión lenta y de alto voltaje de las ondas cerebrales.
"El clásico somnógeno adenosina es un fuerte candidato para provocar el efecto de sueño en el núcleo accumbens", según Yo Oishi, autor principal del estudio.
Los científicos conocen desde hace tiempo que la molécula adenosina representa un estado de deficiencia relativa de energía e induce el sueño a través de los receptores de adenosina. Y un subtipo específico de receptores de adenosina, los receptores A2A, están expresados en el núcleo accumbens.
Precisamente, la cafeína, el psicoestimulante más consumido en el mundo, produce su efecto de excitación también en el núcleo accumbens, al bloquear estos receptores A2A.
Los responsables de este descubrimiento es un equipo internacional de científicos, del Instituto Internacional de Medicina del Sueño (WPI-IIIS) de la Universidad de Tsukuba, en Japón, y del Departamento de Farmacología de la Universidad de Fudan en la Escuela de Ciencias Médicas Básicas, situado en Shanghái, China.
Los compuestos que activan los receptores A2A en el núcleo accumbens pueden abrir vías terapéuticas seguras para el tratamiento del insomnio, uno de los problemas más comunes del sueño, con una prevalencia estimada del 10-15% en la población general y del 30-60% en la población adulta.
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Fuente: Posta