Ahora es más fácil prever cuándo nacerá un bebé. Las futuras mamás pueden agendar cesáreas y recibir tratamientos para inducir el trabajo de parto. Sin embargo, antes de que existiera la tecnología los bebés nacían cuando querían, y lo hacían sobre todo por las noches.
Sí, aunque cueste creerlo, la mayoría de los bebés «prefiere» nacer por la noche. Eso fue lo que reveló un análisis de más de 5 millones de partos realizado por University College London. También detalla que las cesáreas tienden a ocurrir en la mañana, mientras que los partos inducidos ocurren en la medianoche.
Estos eventos se pueden controlar, pero lo curioso es que cuando la medicina no está involucrada los bebés nacen alrededor de las cuatro de la mañana. ¿Por qué ocurre esto? Según los científicos es una cuestión evolutiva.
Según el autor del estudio, el doctor Peter Martin, «las investigaciones de otras áreas han demostrado que los partos humanos sin intervención obstétrica tienden a ocurrir en la noche o en las horas tempranas de la mañana. Esto puede ser parte de nuestro legado evolutivo. Nuestros ancestros vivían en grupos que eran activos y se dispersaban durante el día y se reunían por la noche. Por eso el trabajo de parto y nacimiento por la noche probablemente le daba algo de protección a la madre y su bebé».
Otro estudio, esta vez realizado en Madrid y publicado en el American Journal of Human Biology en 2014 también hizo la misma revelación: los bebés tienden a nacer por la madrugada. A este descubrimiento también le atribuyeron razones evolutivas y otra más: la luz.
Según el sitio Tendencias 21, «la actividad del útero está sincronizada con los ciclos de luz y oscuridad por la melatonina, que es secretada en ausencia de luz y contribuye a la acción de otras hormonas implicadas en el parto». Por eso es que las contracciones son más intensas durante la noche.
Sin embargo, esto no explica otro descubrimiento curioso del estudio: los nacimientos espontáneos eran un 7 % más bajos en Navidad y el día después de la celebración.
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Fuente: QUO