Los árboles grandes ayudan a los pequeños a crecer, los cuidan. A través de los hongos y las raíces, los árboles se comunican entre ellos y con otros seres vivos.
Suzanne Simard explicó lo que los científicos fueron capaces de averiguar a través del análisis microscópico. Según ella, los hongos están conectados a las raíces del árbol. A partir de esta conexión, los árboles pueden intercambiar carbono, agua y nutrientes.
Regeneración, 25 de diciembre de 2017. Durante años, los investigadores relacionados con el área de ecología en la Universidad de Columbia Británica, Canadá, han estudiado el comportamiento de los árboles. Entre los hallazgos realizados, encontraron evidencia de que los árboles se comunican entre sí, así como con otros seres vivos.
Cómo funciona esta red de comunicación
De acuerdo con la ecóloga forestal Suzanne Simard, las plantas interactúan y se comunican a través de una red subterránea de hongos que une a las plantas con el ecosistema circundante. A través de esta simbiosis, las plantas pueden contribuir al desarrollo y crecimiento mutuo y ayudar a los diferentes ejemplares del bosque.
El descubrimiento se produjo a partir de la observación de las pequeñas bandas de color blanco y amarillo de hongos identificados en el suelo de los bosques. En una entrevista con Ecology.com, Suzanne explicó lo que los científicos fueron capaces de averiguar a través del análisis microscópico. Según ella, los hongos están conectados a las raíces del árbol. A partir de esta conexión, los árboles pueden intercambiar carbono, agua y nutrientes, según sea necesario.
“Los grandes árboles proporcionan subsidios a los más jóvenes a través de esta red de hongos. Sin esta ayuda, la mayoría de las plántulas no se desarrollarían”, explicó el científico.
Los árboles más antiguos, ya desarrolladas y grandes, son considerados como “plantas madre”. Ellos se encargan de la gestión de los recursos de una comunidad de plantas a través de los hilos de hongos. Esta conexión es tan fuerte que, según la investigación del equipo de Simard cuando se corta un árbol de este tamaño, la tasa de supervivencia de los miembros más jóvenes del bosque o selva se reduce drásticamente. La conexión existente entre las plantas es comparable con la sinapsis de las neuronas humanas.
Este descubrimiento puede cambiar la manera de ver y abordar las cuestiones forestales.
El bosque es como un hormiguero
Peter Wohlleben, ingeniero forestal de la región de Eifel (Alemania), es experto en bosques y árboles. “Dirijo una explotación forestal respetuosa con el medio ambiente. Trabajo para retornar a la naturaleza los necesarios bosques primigenios”, dice en su presentación al ser entrevistado por EcoPortal.
¿Los árboles son seres sociales?
Los árboles están conectados a través de las raíces, y pueden distinguir las raíces de otras especie e, incluso, de los diferentes ejemplares de su misma especie. Un bosque es un superorganismo, como un hormiguero.
¿Juntos funcionan mejor?
Sí, porque juntos crean un clima local equilibrado. Cada árbol es importante para la comunidad y el bosque actúa en consecuencia: a los ejemplares enfermos el resto les proporciona los nutrientes necesarios para que sanen.
Creía que competían.
Pueden competir ferozmente con otras especies, pero también entablar amistad y vigilar que ninguna rama demasiado gruesa crezca en dirección del otro. Los árboles igualan sus debilidades y sus fuerzas. A través de las raíces tiene lugar un intercambio activo. El que tiene mucho cede y el que tiene poco recibe ayuda.
Fuente: Regeneración.com.mx