Entre un 25 y 45% de los menores sufren problemas de sueño transitorios. Además de ser frecuentes en niños y adolescentes, según asegura el doctor Valentín Alzina, director de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra, «los trastornos del sueño pueden tener repercusiones en el desarrollo físico (retraso del crecimiento), problemas de aprendizaje, trastornos de ansiedad, hiperactividad, impulsividad y agresividad así como patologías asociadas, anomalías cardiovasculares o tensión arterial, entre otras»”.
De ahí la importancia de la creación de una Unidad del Sueño específica para tratar de forma temprana estas alteraciones de forma global y multidisciplinar.
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Fuente: ABC