Reírse con frecuencia puede ayudar a combatir el estrés, pero la intensidad con la que nos reímos no afecta al resultado
El estrés no es necesariamente algo malo, nos ayuda a activarnos para actuar ante algunas situaciones de emergencia. Pero cuando el estrés se manifiesta de forma continua y sin motivo suficiente puede ser un problema para nuestra salud física y mental. El estrés crónico puede provocar fatiga, dolor de espalda, problemas cardíacos e inmunológicos. Las personas que lo padecen también pueden desarrollar ansiedad o depresión.
Varios estudios han comprobado que las emociones positivas, como sentirse feliz y estar alegre, tranquilo o satisfecho, ayudan a reducir los niveles de estrés. También hay estudios que indican que la risa reduce reduce directamente los niveles de estrés.
Los investigadores de la Universidad de Basilea (Suiza) han comprobado cómo afecta al estrés la risa cuando ésta ocurre muy próxima en el tiempo a la sensación de estrés. Los resultados indican que la frecuencia con la que alguien ríe ayuda a atenuar los niveles de estrés, pero la intensidad de la risa (fuerte, media, baja) no tiene ningún efecto, algo inesperado para los científicos.
En el estudio participaron 41 estudiantes de psicología (33 mujeres) de la Universidad de Basilea de entre 19 a 44 años. Cada uno tenía que responder a través de su móvil a una serie de preguntas ocho veces al día durante 14 días. El móvil emitía una señal acústica cada vez que tenían que responder al cuestionario. Las preguntas estaban relacionadas con la frecuencia e intensidad de la risa que los participantes habían experimentado en todo el día. También les preguntaban sobre el motivo de la risa y sobre los acontecimientos estresantes o sensaciones de estrés que habían experimentado.
Según los investigadores, puede ser que los resultados obedezcan a que las personas identifican con más dificultad las diferencias de intensidad de su risa, pero más fácilmente su frecuencia.
Fuente: Quo