Llevar un buen hábito de ahorro, parar a tiempo las deudas y programar todo son consejos aplicables a cualquier entorno familiar.
Las finanzas bien manejadas pueden traer prosperidad, progreso y crecimiento económico para una familia. Es por eso que llevar un buen hábito de ahorro, parar a tiempo las deudas y programar todo son consejos aplicables a cualquier entorno familiar.
Estos son algunos consejos que Alfredo Barragán, especialista en banca de la Universidad de los Andes y MBA de Inalde Business School, comparte para que una familia ahorre.
Hacer cuentas: un flujo mensual de ingresos y egresos, y esa tarea no debe dejarse de hacer mes tras mes. La recomendación es hacerlo por lo menos de un año. Hay que hacer un listado o un modelo con todos los ingresos, ya sea por sueldos, utilidades, arriendos y abajo los egresos. En este sentido, es mejor hacerlo por segmentos: servicios públicos, educación, salud... Esto ayuda a tener una visión de lo que va a pasar a futuro. Esto último en especial sirve para cuando haya promociones y descuentos. Esta planeación ayuda a hacer un mapeado a lo que se necesita y no sea una compra innecesaria.
Revisar cada compra: al contar con un presupuesto y si se piensa en comprar artículos o cualquier otra necesidad para el hogar, lo mejor es hacer un benchmarking. Por ejemplo, si la compra es un televisor, es bueno monitorear, revisar diferencias de productos y buscar que ese equipo llene las necesidades o los gustos de los miembros del hogar. Y al hacerlo, no solo se asegura una compra con sentido, sino que seguramente se adquirirá a un precio más bajo o por lo menos más real centrado en el presupuesto inicial.
Verificar gastos: dentro de ese presupuesto, y con la intención de maximizar mejor los recursos vale la pena revisar lo que vienen siendo algunos gastos menores u hormiga, que pueden parecer pequeños, como, por ejemplo, servicios de streaming o suscripciones a revistas, periódicos y otros entretenimientos, pero que al adquirir varios y sumados en el transcurso del año terminan siendo cifras significativas.
Optimizar las cuentas de ahorros: la verdad, la cuenta de ahorros es una cuenta transaccional. Se trata de que intenten pagar todo con tarjeta de crédito o débito, para que se pueda generar consciencia de cómo están generando los gastos. Y así evitan cobros extras por no usarlas, por ejemplo.
Crear el hábito del ahorro. Así sea la cifra más baja, acostumbrarse mes a mes a generar una tarifa, por mínima que sea, y se guarde ese monto. Poco a poco ese ahorro irá subiendo.
Unificación de deudas: créditos de libre inversión, de consolidación de deudas, compras de cartera y de libranza están entre las opciones que puede tener el núcleo familiar para lograr unificar las deudas y así salir adelante con sus compromisos.
De acuerdo con el DANE, de 33 millones de colombianos mayores de 18 años, el 15,2 % aseguró que ahorra, frente a un 67,6 % que dijo no hacerlo y un 17,2 % que respondió no recibir ingresos, según la Encuesta Longitudinal 2019 del DANE, publicada a finales de 2020. Estas cifras demuestran la importancia de planear y que incentivar al ahorro es el primer paso para crecer.
Fuente: El Espectador