Un nuevo estudio concluye que incluso pequeñas cantidades de luz ponen el cuerpo en 'estado de alerta'.
Científicos de la Universidad Northwestern en Illinois (EE. UU.) afirman que no bloquear completamente la luz cuando dormimos puede elevar nuestra frecuencia cardíaca durante el sueño a niveles cercanos a los del día y afectar a cómo responde el cuerpo a la insulina a la mañana siguiente. Ambos factores podrían aumentar potencialmente el riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes, sugiere el nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Es perjudicial para el organismo
Los investigadores descubrieron que incluso una pequeña cantidad de luz puede afectar la función cardiovascular mientras duerme y aumentar la resistencia a la insulina al despertar.
Ya existía evidencia que mostraba que la exposición a la luz durante el día aumenta la frecuencia cardíaca a través de la activación del sistema nervioso simpático, que acelera el corazón y aumenta el estado de alerta para enfrentar los desafíos del día.
"Los resultados de este estudio demuestran que una sola noche de exposición a la iluminación moderada de la habitación durante el sueño puede afectar la glucosa y la regulación cardiovascular, que son factores de riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y síndrome metabólico", explicó Phyllis Zee, jefa de medicina del sueño en la Facultad de Medicina de la Universidad Northwestern y autora principal del estudio. “Es importante que las personas eviten o minimicen la cantidad de exposición a la luz durante el sueño”, agregó Zee.
Experimento
En el estudio, los investigadores compararon el impacto de dormir con una luz moderada, definida como 100 lux, con dormir con poca luz, 3 lux por una noche (un lux es el volumen de luz producido por una vela medida a un metro de distancia). Por comparar, en una oficina, el volumen de luz suele oscilar entre 50 y 500 lux.
Para ello, los voluntarios, 10 adultos, durmieron en distintas fases: una noche en condiciones de poca luz y otra noche con luz moderada. Como grupo de control, otro grupo de 10 personas durmió en condiciones de baja luminosidad durante dos noches seguidas.
Descubrieron que las personas que estaban expuestas a 100 lux mientras dormían tenían una frecuencia cardíaca más alta en comparación con las del grupo de luz tenue.
Si bien los participantes del experimento no estaban al tanto de los cambios biológicos en sus cuerpos durante la noche. “Pero el cerebro lo detecta”, dijo Daniela Grimaldi, coautora del trabajo. “Actúa como el cerebro de alguien cuyo sueño es ligero y fragmentado. La fisiología del sueño no está descansando como se supone que debe hacerlo”.
“Aunque estés dormido, tu sistema nervioso autónomo está activado. Eso es malo. Por lo general, su frecuencia cardíaca junto con otros parámetros cardiovasculares son más bajos durante la noche y más altos durante el día”, continúa la experta.
Teniendo en cuenta que alrededor del 40% de las personas duermen con una lámpara de noche o con la televisión encendida, sus hallazgos podrían tener una amplia implicación para la salud.
"Estos hallazgos son importantes en particular para aquellos que viven en sociedades modernas donde la exposición a la luz nocturna interior y exterior está cada vez más extendida".
Dormir mal de forma regular se ha relacionado con multitud problemas médicos, como la obesidad y la depresión, así que recuerda: a la hora de dormir, es mejor que cierres las cortinas, las persianas y apagues todas las luces. Y si puedes usar un antifaz para dormir, mejor que mejor.
Fuente: Muy Interesante