El color azul es uno de los más populares entre la gente (¿sabías que incluso ayuda a bajar de peso?). Sin embargo, se trata del color más ausente en la naturaleza. Por ejemplo, no es común ver animales de este color, ¿lo habías notado?
De acuerdo con Bob Robbins, experto PhD en mariposas, explica que esos hermosos insectos voladores suelen presentar tonos azules porque viven de día y usan los colores para comunicarse. Sin embargo, aunque las veamos azules no son realmente de ese color.
Lo mismo sucede con aves como el arrendajo azul. Sus plumas tampoco son azules pues si las vemos a contraluz pierden su color y aparentan ser más marrones. Y lo que las hace verse de esa manera son sus estructuras microscópicas que cancelan todos los demás colores.
Este fenómeno ocurre incluso con las personas de ojos azules. No son pigmentos, son microestructuras. Con animales de otros colores ocurre diferente. Por ejemplo, los flamencos nacen siendo grises y se vuelven rosas debido a lo que comen. Eso es común con colores como el rojo, naranja, amarillo y marrón café.
«Los carotenoides son responsables de una amplia gama de colores tanto en plantas como en animales, dependiendo del complejo formado y de su incorporación al huésped. Por ejemplo, las zanahorias son una naranja vibrante debido al alfa y betacaroteno, los tomates son rojos debido al licopeno, y los flamencos son rosados debido a la presencia de astaxantina en su dieta; todos estos colorantes son carotenoides», explica un artículo publicado en Gems and Gemeology.
Prácticamente ningún vertebrado tiene pigmentos azules en su cuerpo. De hecho, entre las mariposas, solo se conoce una que realmente es azul: la Nessaea aglaura, de acuerdo con Robbins.
Los pájaros y las mariposas evolucionaron con el tiempo para poder ver el color azul. Este color les daría nuevas oportunidades de comunicación y de supervivencia, por eso se cambió la forma de sus cuerpos y así pudieron adquirirlo.
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Fuente: Vix