Se cree que la época romana y griega los humanos sabían de la relación que existía entre el ejercicio y la inteligencia. Sin embargo, en las últimas dos décadas, la neurociencia ha comenzado a ponerse al día con el “mente sana, cuerpo sano”.
Estudios afirman que sí es cierto que el ejercicio nos hace más inteligente, pero solo en parte.
Dos estudios, uno publicado por investigadores finlandeses y otro en el medio Cell Metabolism, han ampliado nuestra comprensión de los mecanismos implicados en el funcionamiento y en las formas en que se mejora la memoria y la cognición con el ejercicio. Antes de estos, se creía que el ejercicio inducía un proceso llamado neurogénesis (creación de nuevas células cerebrales) en una parte del cerebro involucrada en la formación de la memoria y la navegación espacial, conocida como el hipocampo.
Si bien, esto no es del todo correcto. Utilizando un símil, el ejercicio sería un equivalente mental al de un ‘lápiz afilado y una hoja de papel limpia’: no se crea células nuevas, sino que se prepara para el aprendizaje de estas. La integración del ejercicio, pues, es clave en situaciones donde debas de dar un mayor rendimiento mental.
Lo que las nuevas investigaciones han descubierto es que no vale cualquier ejercicio a la hora de mejorar tu mente. En el estudio realizado por los investigadores finlandeses, se descubrió que solo ciertos tipos de ejercicio son propensos a mejorar la la memoria este debe de ser “aeróbico y constante”, pero también observaron efectos positivos en el famoso ‘HIIT’, un popular método de ejercicios de alta intensidad durante cortos periodos de tiempo.
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Fuente:Agencias
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