Nuestro cuerpo está en contacto constante con numerosos estímulos. Los olores, sabores, sonidos y temperaturas en el ambiente llenan al cerebro de información. ¿Te has preguntado cómo hace para decidir cuál es más importante? Pues la oxitocina tiene un papel fundamental en esta tarea.
¿Qué es la oxitocina?
Es una hormona, cuyas funciones regulan el sistema nervioso, afectando el comportamiento social y los patrones sexuales. Es conocida como “la hormona del amor”, ya que las mujeres la secretan durante el parto, la lactancia y las relaciones sexuales.
Regulador de los estímulos
La profesora Catherine Dulac, del Higgins Molecular and Cellular Biology en la Universidad de Harvard dice que la oxitocina ayuda al cerebro a procesar un amplio número de estímulos sociales. También, esta hormona actúa como regulador, dando importancia a determinada información y silenciando la que no lo es tanto en el momento.
Otras investigaciones, publicadas en Science Direct, prueban que cuando las señales del entorno se muestran como seguras, la oxitocina promueve el comportamiento prosocial. Así es, cuando estás de muy buen humor platicando con tus amigos, quiere decir que la oxitocina lo interpretó de manera positiva.
Por otro lado, cuando el cerebro interpreta las señales sociales como inseguras, la hormona impulsará una conducta defensiva y antisocial.
#PiensaPositivo
Fuente: Muy Interesante