Un estudio publicado en Estados Unidos reveló los efectos cardíacos de las bebidas energéticas y su relación con la muerte súbita. En Argentina, ya hay alertas de especialistas argentinos en el mismo sentido. Se han reportado casos de jóvenes sanos que presentan arritmias graves luego de consumirlas y aunque estas bebidas dicen en su etiqueta que hay que consultar al médico antes de tomarlas, nadie lo hace.
Las bebidas energizantes son relativamente nuevas en el mercado y su consumo creció tanto que salió del grupo al que estaba dirigido – personas adultas sanas que necesitan un plus de rendimiento físico o intelectual por períodos cortos, como estudiantes, ejecutivos o atletas – para extenderse a adolescentes e incluso chicos.
Es común, por otra parte, ver en los bares o kioscos que se anuncia la venta de estas bebidas para combinar o ya mezcladas con bebidas alcohólicas, una “ moda” que se ha hecho popular en las llamadas previas, el tiempo en que los chicos y chicas que salen de noche se reúnen antes de entrar a una discoteca a bailar. Estas bebidas, sin embargo, están bajo sospecha, porque sus efectos no son seguros. Ahora hay pruebas científicas contundentes y muy alarmantes.
“Es importante tener en cuenta que el consumo de bebidas energéticas-explica el Dr. Carlos Reguera, médico cardiólogo y jefe del área de Medicina Preventiva y Cardiología de INEBA- se asocia con arritmias cardíacas, incluyendo taquicardia supraventricular, fibrilación auricular, taquicardia ventricular y fibrilación, estas dos últimas implicadas en la muerte súbita. La evidencia actual nos hace concluir que no deben ser ingeridas por personas de riesgo como pacientes con enfermedades coronarias, miocardiopatías o canalopatías hereditarias.”
“En individuos sanos o aparentemente sanos, se recomienda limitar su consumo a una lata por día, sin combinarlas con alcohol u otras sustancias, debido a que incrementan su componente arritmogénico”, concluye Reguera.
La cafeína seguramente sea la droga más conocida y utilizada del mundo. Es un alcaloide con efectos estimulantes sobre el sistema nervioso central y periférico. La cafeína es tan potente que 100 mg. pueden incrementar la capacidad de alerta, 250 mg., aumentar significativamente la presión arterial y 10 gr. (unas 100 tazas de café) pueden causar la muerte.
En altas concentraciones -una lata contiene aproximadamente 140 mg- la cafeína inhibe o altera ciertas funciones celulares, promoviendo la liberación de calcio e interfiriendo con algunos receptores. Este mecanismo de acción favorece la aparición de arritmias cardíacas.
Otros posibles efectos de la cafeína pueden ser vasoespasmo coronario -contracción involuntaria de las arterias del corazón- y el incremento de la agregación plaquetaria y la llamada disfunción endotelial, un conjunto de alteraciones que predisponen a presentar un infarto.
Todo este combo puede producirse en minuto, favoreciendo la aparición de isquemia miocárdica aguda: al no llegar suficiente sangre al músculo cardíaco, éste sufre y provoca latidos anómalos, arritmias ventriculares, taquicardia y fibrilación ventricular, que pueden causar la muerte.
“Mientras que al café lo bebemos lentamente por su gran temperatura, a las bebidas energéticas las consumimos en segundos, incluso varias latas en cortos periodos de tiempo. Se han reportado casos de arritmias por fibrilación auricular en pacientes jóvenes sin enfermedad cardiaca estructural poco después de consumirlas”, agrega el especialista Carlos Reguera.
#PiensaPositivo
Fuente: DiariodeLaSalud