La preocupación es un mecanismo natural que el cerebro activa cuando considera que hay asuntos pendientes que debes atender a la brevedad o por lo menos idear posibles rutas para resolverlo, hasta ahí la preocupación es normal, sin embargo hay hábitos relacionados a ella que te arruinarán los planes de sentirte plena y feliz si les dejas la puerta de entrada abierta, por eso hoy en Cosmopolitan queremos hablarte de esos 10 hábitos que no te permiten ser feliz para que aprendas a detectarlos y combatirlos inmediatamente.
Ten en cuenta que hay algunos factores que no te permiten ser feliz que no están a tu alcance y no puedes tener el control absoluto de ellos y aunque esos factores no los estamos tomando en cuenta en este top 10, debes saber que la felicidad es el camino y no la meta.
- Autocrítica excesiva
La autocrítica es necesaria cuando los resultados que obtenemos no son los que esperábamos, es importante voltear a vernos a nosotras mismas y preguntarnos cuáles son nuestras áreas de oportunidad, pero también es importante reconocer nuestros aciertos y nuestros logros, pues en ese mismo ejercicio de voltear para atrás podrás darte cuenta de que ya no estás parada en el mismo sitio que cuando iniciaste un plan o te propusiste esa meta que te hace sentir frustrada. Dale calma, no seas tan dura contigo misma.
- Clavarte en pensamientos negativos
La percepción que tienes sobre tu existencia en tu contexto es determinante para la sensación de bienestar que está buscando alcanzar y los pensamiento negativos o intrusivos te hacen ver la vida con pesimismo, incluso pueden llevarte al desánimo, la ansiedad y la tristeza. No se los permitas.
- Falta de autocuidado
Independientemente de si tienes pareja o no tienes, el autocuidado es un pilar fundamental en la sensación de bienestar y no se trata sólo de bañarte de vez en cuando, va más allá: adquirir hábitos alimenticios saludables, practicar algún deporte o actividad artística que te saqué de la inercia del sedentarismo y la inmovilidad. Dedícate un tiempo a ti misma.
- Exceso de trabajo
Aprende a poner límites en tu trabajo, a veces las personas se obsesionan con un ideal de “éxito” distorsionado, el verdadero éxito es aquel que te permite sentirte satisfecha y en equilibrio entre tu vida laboral y tu vida personal. Date un descanso de todos esos pendientes que te quitan el sueño.
- Mala higiene del sueño
El descanso es más importante de lo que parece, es uno de los momentos más íntimo para pasar contigo misma y es vital para tu rendimiento y tu sensación de felicidad y satisfacción. Mientras duermes se llevan a cabo diversos procesos fisiológicos que contribuyen a tu salud en general, privarte de un buen descanso puede generar ansiedad, cambios de humor, irritabilidad, estrés e incluso ser propensas a un sentimiento de desesperanza.
- Continua exposición a medios negativos
La ansiedad y la desesperanza se manifiestan cuando estás permanentemente expuesta a contenidos violentos o pesimistas, no se trata de sordearse, es evidente que existen temas de urgencia a nivel mundial. Intenta no consumir demasiado estos contenidos que pegan directamente en tu percepción del mundo.
Fuente: Cosmopólitan