Para cualquier persona que haya sentido estrés en su vida, la paz mental a veces parece uno de esos mitos que te cuentan para que no caigas en desesperación y quieras aventar todo por la ventana (incluyendo a ti mismo, tus responsabilidades y hasta a tus amigos). Pero no lo es, solo es difícil de alcanzar y necesitas poner de tu parte para conseguirla.
La psicología dice que la paz mental va de la mano con la fuerza mental, significa que tienes la confianza de que tienes las suficientes habilidades como para poder salir tú solo de cualquier complicación y de que puedes sobrevivir sin problemas a cualquier situación que la vida te presente (te aviente en la cara mientras se ríe de ti y tu sufrimiento). Quiere decir que no eres de los que se ahogan en un vaso de agua ni ven todo como la mayor tragedia de su vida.
Tener paz mental no quiere decir que seas un robot, un ser iluminado o una piedra sin emociones (y no es el beneficio de los monjes budistas), que no se sienta desesperado de vez en cuando, pero significa que tienes una mejor manera de lidiar con lo que te estresa o molesta, y que no pierdes tiempo, ni gastas demasiada energía aferrándote a todo eso que no necesitas, que te afecta y no te hace ningún bien.
Hay un millón de apps, programas, teorías, técnicas de relajación y hasta ejercicios diseñados para ayudarte a alcanzar la paz mental, pero la verdad es que ni todo el ejercicio del mundo, ni los consejos de tus amigos, ni las apps te va a ayudar a salir de tu estrés crónico si no haces algo al respecto y te decides a cambiar algunas cosas de tu vida.
No necesitas ser un experto para saber que hay cosas, personas y situaciones que alteran tu mente, y que la única razón por la que siguen teniendo un lugar en tu vida es porque eres un acumulador compulsivo de cosas tóxicas y te niegas a dejarlas ir. Aunque, muy en el fondo, sabes que eso te va a quitar un peso de encima y te va a poner en el camino de la paz mental.
En Héctor y la búsqueda de la felicidad (sí, es película), un psicólogo frustrado decide salir al mundo para encontrar el secreto de la felicidad, todas esas cosas que, según el, iban a arreglar todas sus problemas, mejorar su vida, acabar con su cansancio y dejarlo en un estado de euforia zen constante, pero, como era de esperarse, al final descubre que la felicidad (y por ende la paz mental) depende de cada persona y de aprender que hay algunas cosas que están mejor en la basura (metafórica).
Según los expertos, como la autora de 13 Things mentally Strong People Don´t Do, Amy Morris, que explicó todo a Inc, dicen que, para tener la paz mental que tanto necesitas en tu vida, necesitas dejar ir estas 6 cosas.
Personas tóxicas
Las personas que te rodean afectan tu estado mental (y te contagian sus problemas, actitudes y mal humor), tus emociones y tu comportamiento, así que debes establecer límites y mantenerte alejado de quiénes hacen de tu vida un martirio (bullys, mentirosos, etc…)
La comodidad
Quedarte dentro de tu zona de confort significa que no vas a crecer, no vas a aprender nada nuevo o conocer a personas que pueden aportarte algo, y eso solo te va a dejar frustrado y agotado.
La mentalidad de víctima
Creer que el mundo está en tu contra es la mejor manera de estresarte tú solo. Esto evita que no hagas tu mejor esfuerzo en todo lo que haces y que no puedas tomar responsabilidad por tus propios problemas, así que tampoco vas a poder resolverlos.
La obsesión por impresionar a otros
La mejor manera de perder tu tiempo es intentando hacer que los demás se sientan orgullosos de ti (y les da poder sobre ti). Sentirte cómodo con quien eres, tus decisiones y acciones (y no hacerlas para los demás). Significa que vas a hacer las cosas que en verdad quieres y que no vas a dejar que las opiniones de otros te afecten.
A búsqueda por la perfección
Todos cometemos errores. Es humano. E intentar ser perfecto no solo es una pérdida de tiempo, también es la mejor manera de acabar con tu paz mental. Debes aprender a aceptar tus limitaciones y darte cuenta de que nadie espera que hagas todo bien todo el tiempo.
El rencor
No estás castigando a nadie al aferrarte a tu enojo, la verdad es que guardar rencores solo te afecta a ti y a tu calidad de vida. Enfoca tu energía en algo más productivo.
Fuente: Gq