¿Por qué miente la gente? Una pregunta tan sencilla debería tener una respuesta sencilla (pero, por desgracia, no la tiene). Sin embargo, hay indicios de que la mayoría compartimos los mismos motivos para mentir.
Los datos que se recopilaron durante entrevistas con niños y cuestionarios completados por adultos sugieren que decir mentiras ocurre (al menos en parte) por una de nueve razones:
1. Evitar el castigo. Esta es la motivación más frecuente para decir mentiras (tanto por niños como por adultos). Es importante destacar que no hubo diferencias significativas entre las mentiras dichas para evitar el castigo por una mala acción intencionada y las mentiras dichas para evitar un error honesto.
2. Obtener una recompensa que de otro modo no sería fácil de conseguir. Este es el segundo motivo más mencionado, tanto por niños como por adultos. Un ejemplo de esto es afirmar falsamente tener experiencia laboral durante una entrevista de trabajo para aumentar las posibilidades de ser contratado.
3. Para proteger a otra persona de ser castigada. Al igual que al mentir para evitar un castigo personal, la motivación no cambia con la intención. Hemos visto esto entre compañeros de trabajo, amigos, familiares e incluso con desconocidos.
4. Para protegerse de la amenaza de daño físico. Esto es diferente de ser castigado, ya que la amenaza de daño no se refiere a una mala acción. Un ejemplo sería un niño que está solo en casa y le dice a un extraño en la puerta que su padre está dormido y que regrese más tarde.
5. Para ganarse la admiración de los demás. Decir mentiras para aumentar tu popularidad puede ir desde pequeñas mentiras piadosas para enriquecer una historia hasta crear una personalidad completamente nueva (inventada).
6. Para librarse de una situación social incómoda. Ejemplos de cómo puede parecer mentir cuando se motiva por esto son decir que hay un problema con la niñera para librarse de una fiesta aburrida o terminar una conversación telefónica diciendo que hay alguien en la puerta.
7. Para evitar vergüenza. El niño que afirma que el asiento mojado se debió a un derrame de agua, no a mojarse los pantalones, es un ejemplo de que no temía un castigo, sino solo vergüenza.
8. Mantener la privacidad sin notificar a otros sobre su intención. Por ejemplo, la pareja que afirma haberse fugado porque el costo de la boda excedía sus posibilidades cuando, en realidad, estaban eludiendo la obligación de invitar a sus familias.
9. Ejercer poder sobre otros controlando la información que posee la víctima. Famosamente encarnado por Hitler, este es posiblemente el motivo más peligroso para decir mentiras.
Fuente: Muy Interesante