Hoy se cierra la campaña electoral y con ello el despliegue de promesas –en muchos casos usadas exclusivamente como slogans de algunos de los candidatos para acarrear seguidores.
La corrupción en nuestro país se ha convertido en un mal endémico impulsada cabalmente por la impunidad, sexenio tras sexenio.
En algunos artículos de periódicos del extranjero se dice que “No hay Gobierno de izquierda, derecha o centro que se haya salvado” que “no hay Gobierno que no señale al otro como corrupto, pero tampoco alguno que no la haya practicado cuando le ha llegado su turno, todos han siempre disfrutado de los dividendos de la corrupción”.
Desafortunadamente esto es cierto. La total impunidad ha nos ha llevado a vivir en el cinismo de la corrupción.
Por todo esto, es importante que tengamos claro que no necesitamos un redentor, ni solo buenas intenciones para acabar con la corrupción, sino un estadista que pueda, no precisamente acabar, pero si iniciar el cambio, instituyendo y creando durante los siguientes 6 años de su Gobierno, los canales y las instituciones que generen nuevas leyes penales que sirvan como los cimientos de un Nuevo México en materia penal.
Si acaso ha pasado por tu mente que la elección de este 1º de julio es solo una elección más. Te pido pensarlo de nuevo, porque esta elección puede ser una importante transición para México y la ausencia de tu voto puede hacer que la transición sea desafortunada para todos los mexicanos.
Mariano Osorio
#Piensa Positivo