Ir de compras para o con un adolescente en cualquier época del año puede ser complicado, pero en la Navidad es peor aún.
En primer lugar no es fácil saber lo que quieren los jóvenes, pues sus gustos y preferencias cambian - en muchos casos - de un minuto a otro. En segundo lugar varios de ellos esperan recibir ¡la última y más costosa edición de zapatos, juegos, celular o lo que sea! Por supuesto, no queremos caras largas en medio de las celebraciones navideñas, pero tampoco queremos o podemos gastar por gastar. Qué te parece si esta Navidad enfocas tu esfuerzo en algo que no solo le guste a tu hijo, sino que lo necesite también. Y no me refiero a calcetines o piyamas, porque entonces si te garantizo algo más que “caras largas”. Por ejemplo, podrías pensar en una cantidad de dinero, de acuerdo a tus posibilidades, la cual pueda administrar y ahorrar el mismo para más adelante comprar ese artículo costoso que está deseando tener. Esto les puede hacer sentir muy bien a tus hijos y al mismo tiempo les ayudarás a aprender a manejar su dinero y a fijarse metas.
Sabemos que nuestros hijos no van a aprender el valor del dinero ni en la escuela ni con los amigos, así que los padres tenemos que buscar buenas oportunidades para hacerlo.
Se dice que una de las mejores estrategia es darles el dinero equivalente o bien un porcentaje de lo que ellos estén dispuestos a ahorrar. Esto además de ser un buen incentivo les enseña a ser responsables con su propio dinero así como el compromiso que se requiere para reunir cierta cantidad.
Enseñarles el valor del dinero a tus hijos puede ser uno de los mejores regalos que tengas a tu alcance esta Navidad.
Mariano Osorio
#Piensa Positivo