Se dice que un niño sólo necesita comer, jugar y ser amado para ser saludable. Pero los papás sabemos que con todo y esto hay niños que son más propensos que otros, a resfriados, gripes o dolores de garganta. Y no hay nada más que nos altere el día y la vida, que la salud de nuestros hijos, ¿no es así?
Pues además de que el niño pierde días de escuela, a veces tenemos que cancelar eventos especiales o lidiar con el estrés del trabajo, pero sobretodo no nos gusta saber que nuestros hijos se sienten mal, aunque a primera vista parezca sólo un resfriado.
Lo grave es cuando algunos papás sin pensarlo, acuden de inmediato al botiquín a buscar el medicamento que le dieron la vez pasada que se sintió mal, o se lanzan a la farmacia a comprar cualquier medicina que más o menos señale los mismos síntomas que el niño presenta y lo medican por días sin ningún conocimiento de los efectos secundarios que este medicamento pueda causarle, en caso de que no ser el indicado.
Es importante darnos cuenta de que en algunas ocasiones este comportamiento solo enmascara y suprime los síntomas momentáneamente y a menudo conlleva a efectos secundarios como somnolencia, malestar estomacal, deshidratación y hasta otros graves como puede ser la hospitalización. Por otro lado si hacemos el mal hábito de solo atender los síntomas de manera superficial, ignoramos los desequilibrios internos y terminamos prolongando la enfermedad o provocando aflicciones persistentes.
No olvidemos que los antibióticos no curan las infecciones causadas por virus de resfriados o de gripe. Algunas veces sólo será necesario proveerle a tu hijo un sabroso y nutritivo caldo de pollo, agua tibia con limón y miel y mucho apapacho durante su recuperación, y en otras ocasiones, será necesario llevarlo al doctor y seguir sus indicaciones. Tu juicio como papá, será siempre necesario para la atención adecuada de tu hijo.
Mariano Osorio
#Piensa positivo
Hola!!! Muy cierto , saludos a todos ❤️