Cuántas veces has escuchado la historia de una mamá, que cuenta desolada que ella creía tener bajo control el uso del celular de sus hijos: reglas, castigos, supervisiones frecuentes, etc. y un buen día en que todos se encontraban calladitos en casa, camino de puntitas al cuarto de sus hijos y descubrió que su hijo o su hija tenían amplio acceso a información y entretenimiento no apto para su edad. ¿Cómo lo consiguieron? Nunca supo, ¿desde cuándo lo habían conseguido? Tampoco lo supo.
Algunos papás dicen que la ingesta de alcohol, hacer las tareas y hasta los permisos para ir de fiestas, son mucho más fáciles de controlar que el manejo del celular de un jovencito de 12 y 13 años de edad. Lo que ve, lo que habla, con quién habla. Pues si te acercas a él, en una décima de segundos es capaz de cerrar una página y abrir otra. Pueden estar energéticamente interactuando con 1000 perfiles de Twitter o Facebook y cuando te acercas a mirar su pantalla te encuentras con un juego inofensivo. ¿Qué le dices? ¿Cómo le pruebas que no estaba jugando? ¿Cómo controlas el tiempo que pasan en el celular? lo tienen que traer permanentemente con ellos por seguridad, para comunicarse contigo, para no sentirse inadecuados con los amigos, para hacer las tareas en internet y otras tantas razones obligadas e inventadas por nuestra generación.
Y mientras tanto, cada vez hay más estudios que nos advierten de las terribles consecuencias. Desde la falta de concentración, aislamiento social y exposición al abuso psicológico y la pornografía, por mencionar algunas.
¿Qué hacer? No darnos por vencidos y establecer mecanismos más efectivos para supervisar el uso que nuestros hijos dan a su celular. Revisar con frecuencia los sitios a los que tienen acceso. Limitar lo más posible el tiempo que lo usan, sobre la base de que entre más tiempo lo usen más acceso tendrán a lo que no deben.
Y lo más importante establece una franca comunicación con ellos. No se trata de dar explicaciones sino de razonar juntos sobre los peligros a los que están expuestos cuando se dejan atrapar por las redes del internet.
Mariano Osorio
Piensa#Positivo
Es difícil pero no imposible en cuanto a tecnología y manejo de aplicaciones mis hijas de 15 y 11 me superan pero con paciencia creo que logró supervisar todo esto que a muchos nos preocupa.