Me encanta imaginar que cuando te escribo durante el fin de semana y abordo temas sobre la familia, te pones en sintonía conmigo y te abrazas a tus seres queridos.
Hoy quiero referirme a tus padres y a tu relación con ellos. Pues aunque algunas veces, como adultos, sintamos que ya no dependemos de ellos en ningún aspecto, o que nuestros problemas ya no les pertenecen, su presencia en nuestra vida, su aliento y su apoyo en cualquier circunstancia son invaluables.
Si acaso no tienes una relación cercana o satisfactoria con tus padres o con alguno de ellos, quiero invitarte a limar las asperezas y reconstruir tu relación. Las relaciones entre padres e hijos siempre pueden sanar, aun en la edad adulta.
En todo conflicto el perdón es el camino ya que este solo depende de ti, de nadie más, ni de nada externo.
Mantenernos atrapados en el enojo y el resentimiento produce amargura no solo en tu vida sino en la de quienes te rodean, pues con el tiempo vas creando un ciclo negativo que atrapa a tus hijos, a tus nietos y los que seguirán, pues cada generación ira absorbiendo como suyas las diferencias no resueltas.
Si no estás seguro de por dónde empezar a mejorar tu relación con tus padres, solo piensa en cómo manejas tus desacuerdos con cualquier otro adulto a quien respetas, por ejemplo un buen amigo o un compañero de trabajo.
En este caso, no puedo decir que nunca es tarde para remediar, sino todo lo contrario, entre más pronto empieces a reconstruir la relación con tus padres, más tendrás para atesorar en el futuro.
Mariano Osorio
#Piensa Positivo
Saludos 🙏 buen tema