Una malvada bruja arrebató de la cuna a una niñita a la que llamó Rapunzel.
La niña creció bellísima y, muerta de envidia, la bruja la encerró en una torre sin más salida que una ventana en lo alto. Cuando la bruja iba a visitarla, le decía a Rapunzel que soltara su trenza de oro para trepar por ella.
Pero un día, un príncipe que estaba de caza por allí vio la escena y, ante la hermosura de Rapunzel, decidió subir también a la torre por el mismo procedimiento. Rapunzel y el príncipe se enamoraron y se veían todas las noches, aprovechando la ausencia de la bruja.
Hasta que una noche la bruja sorprendió a los amantes y dejo al príncipe ciego y le cortó a Rapunzel la trenza, abandonándola después en el bosque.
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