No a todo el mundo le gusta la vida tranquila. Hay quien se aburre, y es lo que le sucedió a Ovejón, un carnero jovencísimo.
Un buen día, harto ya de pertenecer a un rebaño y de tener que obedecer las órdenes de un pastor y de un perro, Ovejón huyó y se fue a las montañas. Quería encontrar a los muflones, que también son carneros pero que viven libres entre los roquedales y los barrancos.
Los muflones acogieron con alegría a Ovejón y éste se hizo amigo de los más jóvenes. Un buen día, a los amigos de Ovejón comenzaron a despuntarles los cuernos; también comenzaron a salirle a Ovejón pero, mientras que sus cuernos dejaron de crecer cuando tuvieron un palmo, los de los muflones siguieron creciendo y creciendo de una manera espectacular.
A Ovejón al principio le miraban con sorpresa, pero después comenzaron a tomarle el pelo. El pobre Ovejón lo pasó muy mal sin ninguno de sus semejantes que le pudiese consolar y que le hiciera comprender que quien no está contento con lo que tiene corre el riesgo de encontrarse solo y abandonado, sin nadie que le diga que tener unos cuernos de un palmo no es ninguna vergüenza.
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?