Gulliver era un aventurero que en uno de sus viajes marítimos sufrió el naufragio de su barco. Tuvo la suerte de salir con vida de aquello y llegar hasta una playa desconocida, donde, exhausto, se quedó dormido.
Cuando despertó se quedó atónito: una multitud de diminutos hombrecitos lo observaban atemorizados y le mantenían atado con unas cuerdas tan frágiles, que al menor movimiento de Gulliver se deshicieron como si fueran hilos. Los hombrecitos le explicaron que aquello era el país de Lilliput y le llevaron frente a su rey.
Cuando Gulliver ayudó a los liliputenses a ganar la guerra contra sus enemigos, se convirtió en el favorito del rey y durante un tiempo vivió como un gran señor, pero pronto se dio cuenta de que no podía seguir allí, pues él solo se comía en un solo día todas las provisiones de los liliputenses. Por eso, construyó un nuevo barco y volvió a Inglaterra. Gulliver hizo otros muchos viajes sorprendentes, ¡pero esa es otra historia!
Excelente.