Mamá pata acababa de ser madre por primera vez. Ya sólo quedaba por salir el ultimo huevo. La blanca envoltura se abrió dejando paso a un piquito oscuro, y pronto apareció el tan esperado hijito.
Pero era muy raro, en comparación con sus rubios hermanos, ¡era oscuro!
Los días fueron pasando y mamá pata observaba con preocupación que su último hijo parecía cada vez más distinto y desgarbado. El pobre patito se sentía muy desdichado, así que decidió marcharse lejos de allí. Esperó que todos estuvieran dormidos y, con lágrimas en los ojos, huyó de la granja.
Comenzó a caminar sin rumbo fijo hasta que llegó a una cabaña, donde le acogieron. Le daban de comer y podía dormir cerca de la lumbre. Pero al poco tiempo comenzó a echar de menos la laguna y abandonó la cabaña. Caminó y caminó hasta encontrar un lago y decidió quedarse a vivir allí. El patito sobrevivió aquel invierno como pudo hasta que estalló la primavera.
Entonces, se asomó a la laguna y al ver su imagen reflejada en el agua, se sorprendió al ver su nuevo aspecto, ¡era un cisne! Vio una preciosa manada de cisnes y no dudó en alzar el vuelo y unirse a ellos.
#PiensaPositivo
Awwwww que bonito cuento
Siento que todos en algún momento de nuestra vida, nos sentimos patitos feos porque no encajamos en el lugar que estamos y no nos damos cuenta del gran potencial que realmente tenemos…
Asta que alguien ajeno nos hace ver las cosas o nosotros mismos nos damos cuenta de ello. Y es cuando nos valoramos a nosotros mismos y nuestra autoestima resurge…