Abrazo desde aquí a todos los hombres que han tenido hijos y que han elegido el camino de la paternidad. Felicito a todos aquellos que se han permitido el placer de la responsabilidad, del trabajo y de los retos que nuestros hijos nos imponen, además de la inmensa felicidad que nos traen.
Felicito a los papás que con su cuidado se aseguran de que sus hijos sepan lo que está bien y lo que está mal. Que no esperan que sus decisiones sean siempre las correctas pero que siempre sean capaces de admitir cuando se equivocan.
Admiro y respeto a los papás que, con sus acciones, más que con sus palabras, guían a sus hijos por las influencias positivas que fortalezcan su vida.
Felicito de corazón a todos los papas que construyen con sus hijos una verdadera relación de amor.
Que Dios los cuide y los llene de bendiciones siempre.
Mariano Osorio
Mi padre aún vive ( gracias a Diós por ello), pero conviví muy poco con él. Se separó de mi madre cuando yo era muy pequeño. Su ausencia me enseñó a madurar, a ser responsable y adquirir consciencia más rápido de lo que yo hubiera querido. Así que, sin estar presente en mi vida, ya minen me enseño, hoy lo puedo ver, saludarlo, abrazarlo y darle las gracias por haberme dado la vida y enseñarme además de la ya mencionado, al menos intentar ser un gran padre para mis hijos.
Gracias