Carrito de compra

21 comentarios

  • Estimado don Mariano:

    Es un gran honor para mí dejar algunas palabras en su página, le saludo muy cordialmente desde Naranjo en Alajuela (Costa Rica).

    Esta reflexión la escuché hace aproximadamente unos 10 o 12 años, lo recuerdo pues fue gracias a mi esposa quien me lo compartió para escucharlo juntos, y debo reconocer que en su momento nos dimos una buena llorada. Lamentablemente, y por circunstancias de la vida, en el 2013 pasamos por una prueba muy similar con nuestro hijo Francisco Antonio, el pasado 10 de octubre hubiese cumplido 10 añitos de vida, pero este 23 de octubre cumplirá 10 añitos de su fallecimiento debido a una complicación de salud al nacer.

    Créanos que si hubiésemos tenido la oportunidad que tuvo el padre por María José lo hubiéramos hecho, pero no pudo ser así… Mas sin embargo hemos tanto mi esposa como yo aprendido a convivir con el vacío que dejó nuestro amado hijo, pero también sabemos que él vive en nuestros corazones y pensamientos 24/7.

    Muchísimas gracias don Mariano por obsequiarnos una reflexión tan hermosa y profunda, una reflexión que sin duda le llega al alma de quien la lea, pero aún más de quien la escuche. Que Dios le bendiga!

    Marco A. Hidalgo el
  • Excelente reflexión, gracias por compartirla, sabía que la encontraría, ¡es hermosa!

    ERIKA el
  • Q está muy bonita la reflexión 😭😭😭😭

    Zoé el
  • Buenos días. Otra historia muy emotiva. La escuché hace varios años, y hoy me ha vuelto a emocionar. Me hace recordar a la canción de Lucho Barrios “Mi niña bonita”, que habla de como un padre que desea fervientemente un varón le nace una hija y pasa un tiempo de decepción antes de aceptar su paternidad. Ese es el caso del papá de María José, quien al principio no quería una hija sino un hijo, el caso es que hijo o hija pudo llegar a sentir el amor hacia ella, hubiera sido triste el hecho de que aquel padre se hubiera obsesionado por el hecho de tener un varón y hubiese adoptado el camino de la indiferencia, la indiferencia es el peor cuchillo para cualquier niño, un niño puede entender el desánimo, la apatía, el cansancio, el mal genio, pero nunca la indiferencia, felizmente este no fue el caso. ES ADMIRABLE COMO UN HOMBRE QUE QUERÍA UN VARÓN, TERMINA QUERIENDO TANTO A SU HIJA QUE LE HACE PARA REGALO DE QUINCEAÑERA LO MÁS VALIOSO QUE TIENE: SU CORAZÓN Y SU VIDA ENTERA PARA QUE ELLA PUEDA SEGUIR VIVIENDO.
    Tania. el
  • Esta reflexión la escuché hace 10 años aproximadamente, hoy día la vuelvo a escuchar y me arranco algunas lagrimas cómo aquella vez…

    Jorge Orellano el

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