Tener un perro cerca puede reducir los niveles de estrés tanto en los niños como en los adultos. Se ha demostrado que pueden reducir el riesgo de asma en los niños y reducir la tensión sanguínea en los adultos.
Además, los dueños de perro son personas más activas que aquellos que no tienen mascota, gracias a los paseos que sus pequeños amigos les obligan a dar a diario. El pasado mes un estudio demostró que las personas mayores que tenían un perro daban al día como promedio 2760 pasos más que aquellos que no tenían un perro, y al día hacían una media de 23 minutos de ejercicio moderado.
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Fuente: Hoy.es