La música no es algo que solo se oye, también se siente. Escuchar una canción o pieza musical favorita puede provocar sentimientos de alegría o tristeza y transportarnos a momentos específicos de nuestras vidas. Sin embargo, las experiencias de las personas con sinestesia son aún más inmersivas y auténticas.
La sinestesia es la conexión entre la música y la psicología, y cómo esta transforma la música en colores vibrantes en la mente.
La psicología musical, o psicología de la música, explora cómo experimentamos la música desde que la creamos como artistas hasta que respondemos a ella como oyentes.
El vínculo entre la psicología humana y la música es fuerte. El efecto de la música en nosotros es profundo: puede mejorar nuestro estado de ánimo, agudizar nuestra concentración e incluso aliviar el dolor. La música libera dopamina, lo que provoca respuestas emocionales intensas, incluso en personas con deterioro cognitivo.
Alrededor del 4.4 % de nosotros padecemos sinestesia. Los sinestésicos perciben la música en colores y formas cambiantes. Muchos de quienes perciben el color en la música lo describen como una proyección externa, como un espectáculo de luces intenso.
La relación entre la música y el color es diferente para otros sinestésicos. Experimentan el fenómeno como algo que ocurre en su mente o como una sensación de qué colores se combinan con ciertos sonidos.
Entendiendo la sinestesia y la música
La sinestesia se produce cuando un sentido activa automáticamente otro. Algunos sinestésicos perciben sabores al leer ciertas palabras, mientras que otros ven formas o colores al escuchar nombres específicos.
Si tienes sinestesia música-color, también conocida como cromestesia, es posible que veas colores cuando escuches:
- Notas musicales
- Voces
- Ruidos de fondo
La experiencia de la sinestesia varía de persona a persona.
Mientras que una persona puede ver determinados colores en una nota de violín, por ejemplo, otra puede notar colores o patrones completamente diferentes.
La emoción, el ritmo y el timbre de los sonidos influyen en lo que percibe una persona sinestésica. Para algunos, no solo se trata de colores, sino también de formas, texturas e incluso paisajes en movimiento.
La teoría del color en la música.
Incluso si no tienes sinestesia, es posible que notes algunas conexiones entre la música y las cualidades visuales.
Por ejemplo, podrías notar que los sonidos agudos te parecen más ligeros, mientras que las tumbas evocan sensaciones más oscuras. Estas asociaciones probablemente provengan de tus experiencias, como, por ejemplo, que los objetos más grandes tienden a producir sonidos más profundos que los más pequeños.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con los sinestésicos , estas conexiones no son automáticas ni consistentes.
El impacto emocional de la música colorida.
Las investigaciones muestran que es más probable que respondamos fuertemente a la música interpretada por músicos humanos en comparación con composiciones mecánicas y planas reproducidas por una computadora.
Esto puede deberse al color que los humanos, como compositores o intérpretes, agregamos a la música.
La música colorida es rica, vibrante y variada. Los músicos pueden agregar más color experimentando creativamente con los ocho elementos principales de la expresión musical, que son:
- Dinámica: Cambios de volumen e intensidad que añaden profundidad y contraste.
- Forma: Cómo se organiza una canción, como versos, estribillos y puentes.
- Armonía: Diferentes notas complementarias tocadas al mismo tiempo o juntas para crear acordes y progresiones que añaden riqueza.
- Melodía: La melodía o secuencia de notas más memorable de una pieza musical.
- Ritmo: El flujo y el pulso de la música en sus ritmos, tiempos y tempo.
- Textura: Cómo interactúan entre sí las diferentes capas del sonido
- Timbre: Los diferentes tonos de la misma nota de un cantante y diferentes instrumentos.
- Tonalidad: La clave o escala en la que se toca una canción puede determinar si se siente brillante, alegre, triste o sentimental.
La música rica en estos elementos evoca fuertes emociones en las personas porque estimula sus sentidos de diversas maneras. Este efecto es mucho más pronunciado y multisensorial en las personas sinestésicas.