Una investigación revela que, entre las parejas con mucha empatía, las caricias pueden tener un efecto analgésico.
Diversos estudios habían revelado que las personas enamoradas son capaces de sincronizar (de forma inconsciente) los latidos de su corazón y el ritmo de su respiración. Y ahora, un nuevo experimento, realizado por investigadores de la Universidad de Haifa, ha revelado también que la empatía de un ser querido puede llegar a tener efectos analgésicos.
El experimento se realizó con 22 parejas, en las que la mujer sentía un cierto grado de dolor. Los varones tenían que acariciarlas, haciéndolas sentir que las apoyaban y que compartían su malestar. Mientras tanto, los investigadores monitarizaron sus constantes cardiorespiratorias y su actividad neuronal.
Y el resultado fue que las constantes vitales de las mujeres revelaban que los síntomas de dolor disminuían cuando sentían las caricias de sus parejas. Y ese efecto analgésico era aún mayor en aquellas que mostraban una mayor empatía.
El primer estudio sobre este tema lo realizó la Universidad de California. Los autores del mismo comprobaron que los miembros de una pareja enamorada sincronizaban paulatinamente el ritmo cardíaco y el de su respiración, con solo sentarse juntos en la misma habitación, aunque permanezcan en silencio. Pero lo más sorprendente de todo, es que esa sincronía se producía también cuando dormían.