Todos tienen un primer recuerdo pero la edad promedio a la que se remonta esa primera memoria ocurre a los 3, 2, y 1 años. Una nueva teoría explica por qué ocurre así.
“Cada uno de nosotros tienen un “comienzo del tiempo” personal, los primeros eventos que recordamos de nuestra vida,” explica la revista Nautilus, en la que Patricia Bauer de la universidad Emory, hace referencia a la “teoría de la pasta.”
Los niños forman activamente memorias a una edad muy joven pero las pierden rápidamente. “Comparo la memoria con un calendario,” dice Bauer, “si cocinas fettucine, la pasta se queda. Pero si cocinas orzo, sale por los agujeros de un colador. El cerebro inmaduro es muy parecido a una coladera con grandes agujeros y las pequeñas memorias son el orzo. Entre más envejeces, ni tienes pasta más grande ni una coladera con agujeros más pequeños”.
En un artículo del Journal of Experimental Psychology, Bauer reporta entrevistas con 100 niños y 20 padres, los cuales mostraron que olvidar patrones en niños y adultos es muy distinto. Los niños olvidan cosas en un rango estable que no depende de la edad de la memoria. En contraste, los adultos tienden a quedarse más con sus memorias más viejas. Después de muchos años, los recuerdos se vuelven pegajosos, como el fettucine que no se resbalará a través de los agujeros. Las memorias adultas también vienen con más información contextual, más que el “quién-qué-cuándo-dónde- por qué,” lo cual las hace a los recuerdos aún más permanentes.
Un adulto de cada 30 reporta su primer recuerdo a la edad de 1 año, mientras que otros no recuerdan nada antes de 6, 7 o incluso 8. Bauer afirma que las mujeres y las personas que se mudaron varias veces durante su niñez también conservan recuerdos más viejos.
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Fuente: MamaNatural