Los rebaños de ovejas funcionan como una especie de «inteligencia colectiva» y eligen líderes temporales para que los guíen mientras se desplazan con asombrosa fluidez.
Algunos animales nos sorprenden con su inteligencia, pero las ovejas, en general, no son uno de esos animales. Sin embargo, una nueva investigación publicada en Nature revela que la falta de inteligencia individual de las ovejas se suple con la inteligencia del rebaño, ya que cada oveja alterna entre el papel de líder y de seguidor para producir una forma de «inteligencia colectiva».
Los animales alternan entre liderar el rebaño y seguir a otro líder, explican los autores, de forma orgánica y muy fluida. Estos procesos representan un ejemplo de inteligencia colectiva que puede enseñarnos más sobre cómo los sistemas autoorganizados pueden compartir información entre sus partes individuales, lo que nos da una idea de cómo recrear tales sistemas en el futuro.
Los investigadores de la Université Côte d’Azur, la Université de Toulouse y la CY Cergy Paris Université, usaron teorías físicas para estudiar el comportamiento colectivo de pequeños rebaños de ovejas. Su principal objetivo era investigar estos sistemas desde el punto de vista de los movimientos colectivos finitos y autoorganizados. Este enfoque, explican, les permitió indagar mejor en los procesos de toma de decisiones de las ovejas individuales para entender cómo surgen los movimientos del rebaño en general.
Para el experimento, el equipo estudió el comportamiento natural de pequeños grupos de ovejas en diferentes intervalos de tiempo. Se siguieron las trayectorias de movimiento de cada oveja individual, así como su orientación y posición en el rebaño. El equipo concluyó que las interacciones observadas entre los miembros individuales de la manada estaban muy jerarquizadas. Además, todos los animales de la manada forman una red, y la información se distribuye a través de esta red según la posición de cada animal en el grupo.
A partir de sus observaciones, construyeron un modelo de movimiento colectivo de los animales que se centra en dos procesos cognitivos: la selección de líderes, en la que cada uno de ellos guía a la manada durante un tiempo determinado, y un mecanismo de navegación, que determina hacia dónde se dirige la manada.
Lo más asombroso es que los líderes de la manada son temporales y están en rápida rotación, lo que puede tener muchas ventajas. Si un líder temporal tiene conocimientos relevantes para el grupo (por ejemplo, la salida de un paso difícil o la localización de alimento) entonces, el líder temporal podrá guiar al grupo de forma eficiente. Así todos los miembros del grupo se aprovechan de ese conocimiento.
Lo que resulta especialmente interesante es la fluidez de esta transición: en las sociedades humanas, la transferencia de autoridad o liderazgo suele estar marcada por la incertidumbre y el caos. En el caso de las ovejas, la transición es fluida e instantánea. Sin embargo, aún no se sabe cómo decide la bandada que ha llegado el momento de que un nuevo líder tome las riendas, ni cómo se determina ese líder.
Fuente: Quo