Lo que hoy llamamos semana es idea de los babilonios y fue adoptada por los griegos y los romanos, quienes dieron nombre a los días.
Los griegos los llamaron hebdomás (de hepta siete).
En Roma se adoptó el nombre septimana, que llegó al español como semana.
Entre los romanos el gran prestigio de la astrología llevó a introducir la semana de siete días, basada en la idea babilónica de las siete mañanas, y los nombres de los días fueron tomados de astros y dioses.
De esta forma, el lunes se llamó así en homenaje a la Luna; el martes recordaba al dios de la guerra, Marte para los romanos; el miércoles, al dios del comercio Mercurio; el jueves a Júpiter y el viernes, a Venus.
Para los romanos, el sábado era el día de Saturno, pero con del cristianismo el nombre dies Saturni fue cambiado por Sabbatum, derivado del hebreo sabbath, proveniente de sabath “descansar”, que entre los judíos designa al día semanal de descanso. En latín, el domingo se llamaba “día del Sol”, pero los cristianos cambiaron ese nombre a Dominica, que significaba ‘día del Señor que después se convirtió en domingo.
#PiensaPositivo