En el experimento actual, los investigadores analizaron 450.000 horas de grabación de 5.899 bebés. Las grabaciones se analizaron para ver las expresiones de los bebés y de las personas que los cuidaban durante los dos primeros años.
"Que sepamos, se trata de la muestra más grande de todos los estudios realizados sobre el desarrollo del lenguaje", afirma Kimbrough Oller.
Los resultados apuntaron lo siguiente: los niños pronunciaron un 10 % más de sonidos que las niñas en el primer año. Sin embargo, en el segundo año la tendencia se invirtió y las niñas pronunciaron un 7 % más de sonidos que los niños. En ambos casos, los adultos que cuidaban de las niñas hablaban más que los que cuidaban de los niños.
Los investigadores afirman que es posible que los bebés varones vocalicen antes porque son más activos en general. Sin embargo, los datos no parecen acompañar esta afirmación pues el aumento de las vocalizaciones de los varones se invierte a los 16 meses y su nivel de actividad física no desciende. Según los investigadores, lo que puede estar pasando es que los bebés emiten tantos sonidos desde el principio para expresar que se encuentran bien y mejorar sus propias probabilidades de sobrevivir. La duda es por qué los niños lo hacen más que las niñas.
"Creemos que puede deberse a que los niños son más vulnerables a morir en el primer año que las niñas y, dado que se producen tantas muertes de varones en el primer año, los niños pueden haber estado sometidos a una presión de selección especialmente alta para producir señales vocales de bienestar", afirma Oller. En el segundo año de vida, cuando las tasas de mortalidad descienden drásticamente de forma generalizada, añade, "la presión sobre las señales especiales de aptitud es menor tanto para los niños como para las niñas".
Fuente: Muy Interesante