Cuando pelas un plátano, inevitablemente aparecen unos hilillos que lo cubren de una punta a la otra, la mayoría se desase de esos molestos hilillos para no llevárnoslos a la boca. Pero sin saberlo, le estamos quitando lo que le da vida al plátano.
Los hilillos son un tejido conductor que transporta los nutrientes, agua y minerales necesarios para que los plátanos crezcan de forma adecuada. Funcionan para que los nutrientes suban y bajen mientras va creciendo, en cierta forma se encargan de controlar su desarrollo.
Si te has comido alguno, no hay de que preocuparse, porque son aptos para el consumo aunque resulten desagradables al paladar.
#PiensaPositivo
Muy interesante el dato, además dicen que es más saludable comerlos oscuritos en lugar de amarillos