El estudio señala que quienes empiezan a cultivar, tienen más posibilidades de comer alimentos con fibra y hacer más actividad física, dos formas efectivas que ayudan a reducir el riesgo de cáncer y enfermedades crónicas.
Las razones para cultivar un huerto o jardín
La evidencia científica muestra que cultivar un huerto o un jardín ayuda a disminuir significativamente los niveles de estrés y ansiedad. Pero también es útil para prevenir el cáncer, las enfermedades crónicas y los trastornos de salud mental.
Jill Litt, autora principal del estudio, dice que la jardinería es una actividad excelente para empezar a reducir riesgos de enfermedades. “Vayas donde vayas, la gente dice que hay algo en la jardinería que les hace sentirse mejor”, afirma.
Otros estudios han señalado que quienes practican la jardinería tienden a comer más frutas y verduras, lo que se traduce en una alimentación más saludable. Sin embargo, todavía no está claro si las personas más sanas tienden simplemente a cultivar un huerto, o si la jardinería influye en la salud.
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Por otro lado, el estudio también contempló a personas de bajos ingresos para ver cómo la jardinería influía en sus hábitos. De este modo, casi 300 personas se unieron a grupos de jardinería comunitaria en Denver, Colorado. Los participantes del estudio vieron cómo disminuían sus niveles de estrés y ansiedad mientras aumentaban sus niveles de actividad física.
Otros voluntarios con altos niveles de estrés y ansiedad además experimentaron una reducción de sus problemas de salud mental.
De acuerdo con Litt, profesora del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad de Colorado Boulder, estos hallazgos son relevantes porque demuestran que la jardinería comunitaria podría desempeñar un papel importante en la prevención del cáncer, las enfermedades crónicas y los trastornos de salud mental. Pero la conexión social también es importante.
“Incluso si vienes al huerto con la intención de cultivar tus propios alimentos en un lugar tranquilo, empiezas a mirar la parcela de tu vecino y a compartir técnicas y recetas, y con el tiempo las relaciones florecen”, dice Litt, señalando que, aunque cultivar un huerto es bueno por sí mismo, hacerlo en comunidad puede tener beneficios adicionales.
“No se trata solo de frutas y verduras. También se trata de estar en un espacio natural al aire libre junto a otras personas”, concluye.
Fuente: Publimetro