La ciencia se entiende como un método para construir un cúmulo de conocimientos que los niños, sin darse cuenta, buscan adquirir en cada situación que se presenta, así lo define Martha Lilia Ramírez De la Fuente, coordinadora de ExpoCiencias
De acuerdo con Martha, cuando los niños conocen la ciencia y sus implicaciones, además de los conocimientos, adquieren una visión más amplia de lo que se encuentra en su entorno y aprenden a construir un criterio propio en diferentes condiciones, al analizar y cuestionar lo que observa.
"Los niños ya traen ese método, ya nacen con ello, que es la observación, el estudio, el análisis de como un niño quiere aprender todo en un ratito, entonces hace una introspección y pregunta, porque precisamente él está queriendo adquirir esos conocimientos, además la ciencia les abre a los niños el criterio desde su punto de vista y empieza a dar propuestas, que ya es el punto máximo de un científico, ahí radica la importancia de que el niño conozca la ciencia".
Como espacio de aprendizaje y desarrollo, la escuela es el lugar clave para que los niños comiencen a despertar su curiosidad e interés por la investigación, y para esto es necesario que los maestros cuenten con un sistema de estructura para la enseñanza adecuado para manejar la motivación de los infantes.
"La escuela es la primer instancia que ellos conocen para poder desarrollar esta metodología, mientras ellos tengan un lugar idóneo para fomentar la ciencia, pueden comenzar a ser curiosos en cada tema y puede cuestionar cada situación que los maestros les proponen".
"Necesitan una estructura, los maestros debemos proporcionales una guía o un camino más sistematizado, ellos ya tienen el fondo, nosotros le vamos a dar la forma. Hay que incentivar a los maestros a que estructuren bien su forma de dar la clase, para que la ciencia se dé, para que se den la propuestas, que es el objetivo final", explica Martha.
En el mes de diciembre se dieron a conocer los resultados de Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de la edición 2018, en donde se observó que el desempeño en ciencia de los estudiantes en México se ha mantenido estable, sin incrementos ni descensos, lo que lleva a la reflexión de las necesidades que tienen las escuelas en el país para un mayor fomento.
"Hay momentos en la escuela mexicana en que se promueve la ciencia, hay momentos perfectos, como desde lavarse las manos para ir a desayunar, en donde pueden salir temas de ciencia de la salud, como el origen del jabón, las bacterias, sus efectos, los microorganismos, el cuidado del agua y crean muchas preguntas que van a generar ciencia, aquí lo que se necesita es que la escuela mexicana estructure muy bien esos conocimientos”.
“Se da mucho que ahorita ya hay club de ciencias, que los llevan al laboratorio, y hay algunas escuelas que requieren muchos medios, pero aún así se puede fomentar, faltaría que el maestro estructure bien esas clases, que les dé el camino para que los niños lo sigan", comenta.
En los últimos años se ha visto que estudiantes mexicanos han comenzado a participar en diferentes competencias científicas a nivel internacional, proponiendo proyectos de innovación y robótica, en donde pocos han logrado obtener lugares destacados, por lo que de acuerdo con Martha, es necesario tener el apoyo de científicos especializados y empresas que los ayuden a construir bases más solidas para la presentación del proyecto. "Aquí convendría mucho el apoyo de científicos más especializados.
En cualquier concurso científico los estudiantes tienen que defender el proyecto, pero si no cuenta con las bases fundamentales o los principios básicos van a tener una falta en su proyecto”, menciona. “Creo que los muchachos que tengan este compromiso de ir más allá si deben ir muy bien instruidos por especialistas, los asesores de proyecto tenemos ese compromiso de acercarlos a centros de investigación y a empresas, porque ellas son las que te dicen si funciona o no funciona tu proyecto".
#PiensaPositivo
Fuente: TeoremaAmbiental