Las emociones se contagian. Seguramente más de una vez te reíste al ver a otras personas que se estaban riendo , o en caso contrario, se te salió una lagrima al ver a alguien llorando.
Las emociones humanas son contagiosas ; de la risa al llanto, pasando por casi cualquier estado de ánimo, así lo concluye la ciencia , pero también hay muestras a lo largo de la historia de lo poderosas que son las emociones.
Aquí hay unos ejemplos :
En la gran depresión de Estados Unidos, el pesimismo de algunos contagió al resto que comenzó a crear un escenario económico marcado por un miedo colectivo ante lo podía ocurrir.
Una anécdota muy feliz y curiosa fue la epidemia de risa que en 1962 afectó a Tanganica (Tanzania). Un grupo de niñas comenzó a reír y sus compañeras de clase y gradualmente fueron contagiándose con carcajadas que parecían no detenerse, por lo que la escuela se vio obligada a cerrar tras dos semanas de epidemia de risa.
El problema no terminó allí, ya que otros niños y jóvenes de escuelas cercanas también se contagiaron, lo mismo paso con los adultos. Se estima que, en total, la epidemia de risa duró 18 meses.
Positivas o negativas, el contagio de emociones es real.
#PiensaPositivo