Cuando hablas de una situación que no quieres que pase o la quieres evitar, exclamas «¡Toco madera!» ¿De dónde viene esta superstición?
Esta creencia está tan extendida por el mundo que existen varias teorías que tratan de identificar las razones por las que se decidió empezar a tocarla madera como ritual rápido y sencillo para invocar o atraer a la buena suerte.
En algunos países consideran que para que el gesto haga efecto deseado no sólo hay que tocar, sino que hay que hacer un par de golpecitos a la madera. El primero es para transmitir aquello que no deseamos y el segundo para comunicar nuestro agradecimiento.
Esta costumbre podría tener su raíz en las culturas que creían que los espíritus hadas y otras criaturas místicas tenían su hogar en los árboles , y los golpes eran los que servían para despertar y liberar a las hadas encerradas en el interior de un árbol.
Otra teoría viene del cristianismo , ya que para muchos palpar un trozo de madera era originalmente como tocar la cruz de Jesucristo y un modo de solicitar su protección.
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