Se trata de una anomalía que se produce en el tallo del pelo en el cuero de cabelludo. Y el resultado de la misma es que provoca que los cabellos sean muy secos, generalmente rizados, y que crezcan en todas direcciones, siendo casi imposible poder peinarlos.
Se suele decir que Einstein tenía este síndrome, aunque ese extremo nunca ha podido ser confirmado. De hecho, solo hay cien casos diagnosticados en todo el mundo, aunque se piensa que pueden ser muchos más. ¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que el síndrome se manifiesta generalmente en la infancia, y suele desaparecer (aunque no en todos los casos) tras superar la adolescencia, lo que implica que pueda haber muchos adultos que lo hayan tenido sin ser conscientes de ello.
Pero, ¿qué es lo que lo provoca? En 2016, un estudio realizado por la Universidad de Bonn, en Alemania descubrió que es fruto de una mutación genética recesiva en la que están involucrados tres genes llamados PADI3, TGM3 y TCHH. Los genes que forman nuestros cromosomas vienen en pares, uno heredado de la madre y otro del padre. Y para que se produzca un trastorno de origen genético regresivo, tiene que coincidir que ambos progenitores sean portadores de una copia del gen anormal, y que su hijo las herede.
Afortunadamente, este síndrome solo se manifiesta en el cabello en la mayoría de los casos, aunque en unos pocos se ha visto que estaba vinculado a anormalidades óseas, en los dientes o en la vista.
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Fuente: LiveScience