Indiscutiblemente es bueno para la salud física y mental. La práctica de actividad física está asociada a una menor mortalidad y a menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, accidentes neurovasculares o diabetes. Incluso, mejora el estado de ánimo.
Ahora, investigadores de las universidades de Yale y Oxford han comprobado que el ejercicio es más determinante que el dinero para sentirnos bien. En pocas palabras, nuestra felicidad depende más de nuestro comportamiento físico que de nuestra cuenta corriente.
Los investigadores recopilaron y analizaron datos sobre el comportamiento físico y el estado de ánimo de 1.2 millones de estadounidenses. Básicamente, lo que encontraron fue que la salud mental de las personas mejora cuando realizan actividades físicas populares y de manera constante.
Tras examinar tipo de ejercicio, duración, frecuencia e intensidad, los investigadores de Oxford y Yale concluyen que los beneficios para la salud mental son mayores cuando se practican deportes de equipo populares, que conllevan mucha socialización, seguidos del ciclismo, las actividades aeróbicas y las de gimnasio. Todo esto en sesiones de actividad de 45 minutos y entre tres y cinco veces por semana”, escriben.
Jugar deportes populares y que requieran trabajo en equipo mejora aún más la salud mental al propiciar relaciones saludables
Las personas que accedieron a participar en la investigación; publicada por la revista británica de medicina The Lancet; proporcionaron datos de edad, raza, género, estado civil, ingresos, nivel de educación, índice de masa corporal, estado de salud física y posibles diagnósticos previos de depresión.
Posteriormente, los investigadores compararon el número de ‘días de mala salud mental‘ que declaraban las personas participantes en función de si practicaban ejercicio o no.
Las personas que hacían ejercicio se sintieron deprimidos menos días que las personas ‘sedentarias’.
Por lo tanto, la interrogante clave de la encuesta de un año fue: ¿Cuántas veces te has sentido mentalmente mal debido por ejemplo al estrés, la depresión o los problemas emocionales?.
Las personas que hacían ejercicio regularmente respondían que, aproximadamente, se sentían así uno 35 días al año. Los participantes no activos, en promedio, declaraban haberse sentido mal 18 días más.
En comparación, los ingresos de las personas comparadas eran muy variables. De esta forma, los resultados mostraron que “cualquier tipo de ejercicio se asocia con una menor carga de salud mental” que la que presentan personas de las mismas características físicas y sociodemográficas.
Brevemente: En función de sus ingresos, el bienestar es más variable que cuando se compara con la actividad física. Las personas físicamente activas se sienten tan bien como aquellas que no practican deportes pero ganan unos 25 mil dólares más al año.
Las endorfinas que segrega el cerebro durante y después de realizar ejercicio físico inducen a un estado mayor de felicidad y bienestar emocional. Además, se incrementa la producción de noradrenalina, que contribuye a moderar la respuesta de nuestro cerebro ante situaciones estresantes.
Según la investigación, realizar ejercicio en compañía también mejora las relaciones sociales y contribuye a un mayor bienestar mental. Los resultados indicaron que quienes realizaban un deporte popular y que conllevan mucha socialización mejoraban su autoestima y se sentían mejor durante más días al año.
Fuente: Noticieros Televisa
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