La música relaja, energiza, transmite sensación de bienestar, pero no sólo escucharla, ¡Cantar! aunque quien lo haga sea completamente desafinado y sólo practique bajo la ducha. Esto trae muchos beneficios para la salud.
Mientras te bañas, trabajas, o en el automóvil camino al trabajo, cantar en la ducha tiene beneficios comprobados científicamente para la salud. La Barbershop Harmony Society destaca algunos:
Fortalece el sistema inmunológico. Científicos de la University of Frankfurt (Alemania) chequearon la sangre de personas antes y después de 60 minutos de una práctica del Requiem de Mozart y encontraron que las concentraciones de inmunoglobulina A (la proteína que funciona como anticuerpo) y la hidrocortisona (una hormona antiestrés), se habían incrementado significativamente durante la práctica del canto.
Una semana después, cuando les preguntaron a los miembros del coro que escucharan una grabación del Requiem sin cantarla, su composición sanguínea no varió significativamente.
Mejora el sentimiento de bienestar. Esto sucede porque, al cantar, se producen endorfinas dentro del sistema nervioso, lo que te hace sentir más energizado y con mejor ánimo.
Es bueno para el cuerpo. Debido a que se necesita un extra de aire, actúa como un workout para los pulmones, tonifica los músculos abdominales e intercostales y el diafragma y estimula la circulación.
Nos hace respirar más profundamente que otras formas de ejercicio extenuante, por lo que tomamos más oxígeno y mejora la capacidad aeróbica, dice el profesor Graham Welch, director de Educational Research en la University of Surrey, Roehampton, UK.
Prolonga la vida. El profesor Welch también asegura que al mejorar la circulación, se oxigenan las células y al fortalecerse el sistema inmunológico, es un resguardo de las infecciones menores.
Además, ¿Te parece que tu voz suena mejor cuanto entonas una canción en la ducha? La clave está en la física. Las paredes duras y lisas del baño hacen que esta habitación actúe como una caja de resonancia, de modo que las ondas sonoras se reflejan en las paredes, aumentando la intensidad del sonido y haciendo que nuestra voz parezca mucho más potente.
Además, debido a la reverberación la voz se mantiene más tiempo en el aire después de emitir cada nota.
Por si fuera poco, las notas graves suenan más y permanecen más tiempo en el aire que las agudas. Puesto que es en las notas graves donde menos erramos cometemos al cantar, por eso la melodía suena casi tan bien como se haría en un estudio de grabación.
Ahora entiendo porque es inevitable para mí y la gran mayoría de personas no cantar mientras nos duchamos.
#PiensaPositivo
Fuente: ZonaJ