Depende de cómo estés durmiendo en la cama estarás influyendo en aspectos de tu vida diaria y de tu salud, por lo que es recomendable que lo tengas en cuenta de cara a coger el sueño de la forma más adecuada posible. Para poder llegar a una conclusión, los expertos de la Cátedra de Investigación del Sueño de la Universidad de Granada, en colaboración con el grupo Lo Monaco, han estudiado cuáles son las mejores posturas para combatir la falta de sueño y cualquier problema derivado.
Quienes sean padres primerizos seguro que durante muchos meses se preocuparon de cuál era la mejor manera de conciliar el sueño de su bebé. En estos casos, cada maestrillo tiene su librillo y los médicos acaban diciendo a unos una cosa y a otros otra. Eso sí, siempre preocupándonos por favorecer la salud del pequeñajo que tiene que crecer. Pero cuando llegamos a edades adultas, parece que ya no le damos la importancia suficiente a qué posición tenemos en el catre.
Veamos las ventajas y los inconvenientes que recomiendan los investigadores de este estudio realizado por la Universidad de Granada:
Dormir boca arriba
“Quienes adoptan esta postura, tienen la ventaja de que el estómago queda por debajo del esófago, lo que evita la acidez y el reflujo. Además, la columna descansará relajada y en posición natural, siempre y cuando el colchón sea de firmeza media (adaptado a las curvas del cuerpo)”. Al no existir presión sobre la cara, no hay riesgo de arrugas por el apoyo sobre la almohada. Es ideal para aquellos que padecen acidez estomacal y pesadez por la noche.
Eso sí, atención porque es una postura que propicia el ronquido ya que dificulta el paso del aire. En ese caso, será bueno tener en cuenta la almohada que se usa, ya que deberá favorecer la respiración.
Dormir de lado
Quienes tomen esta postura acaban aliviando la tensión en la zona lumbar. Según los expertos es la mejor para dormir bien, sin importar si lo hacemos del lado derecho que del izquierdo (incluso a las embarazadas se les recomienda hacerlo ya que facilitan la irrigación sanguínea y el paso de flujos gástricos sin presión).
Eso sí, también tiene sus inconvenientes: “En las mujeres, por ejemplo, puede provocar o agravar la flaccidez del pecho. También afecta a la alineación de la espalda, que no siempre es la más correcta. La posición natural de la columna vertebral se consigue con una firmeza media de la superficie con la que se duerme”.
Dormir boca abajo
Si duermes así, los expertos lo tienen claro: es lo peor que puedes hacer para conciliar el sueño. La cara queda aplastada contra la almohada agravando las arrugas faciales. Pero hay más: “La torsión a la que sometemos al cuello en esta postura, hace que no sea muy recomendable ya que modificamos la curva cervical, además de correr el riego de despertarnos con un dolor focalizado en esta zona. Otro inconveniente de esta postura es que dormimos sobre el estómago y el pecho, impidiendo así una respiración fluida mientras dormimos”.
#PiensaPositivo
Fuente: Quo
Muy buen articulo me parece perfecto hablar de ese tema