Algunos las esconden, otros las muestran con orgullo; a partir de cierta edad, si no se pierde el pelo, las canas son ineludibles, y hoy sabemos el mecanismo biológico que las causa.
Las canas. Para algunas personas es motivo de vergüenza, y tratan de ocultarlas tras tintes; para otras, indicativo de experiencia y autoridad, símbolo de la amplia experiencia de quien las lleva. Hay gente que ya tiene canas al final de la adolescencia, y otra que se mantiene sin ellas hasta bien entrados los 60. Lo cierto es que, llegando a una edad avanzada, si no se pierde el pelo, de las canas nadie escapa.
Funcionamiento del folículo piloso
El pelo es una estructura desarrollada por el folículo piloso, una parte de la piel en forma de pequeño saco. El órgano está dominado por células madre, que se concentran en el interior del saco, se conservan en un estado indiferenciado, y son las que proporcionan, de forma cíclica, células diferenciadas que son las que construyen el cabello.
Cada vez que es necesario renovar las células del folículo piloso, las células madre de cada linaje celular reciben la orden mediante señales de proliferación, y producen una nueva generación de células del tipo que corresponda. Esta proliferación sigue un sistema curioso: la célula madre da lugar a dos células nuevas; una de ellas se mantiene como célula madre y queda inactivada hasta que vuelva a ser necesaria su función; la otra migra a capas más exteriores, se transforma en una célula transitoria, que se divide masivamente hasta dar lugar a una gran cantidad de células diferenciadas. Una vez diferenciadas, se piensa que el proceso es, casi siempre, irreversible —a excepción de las células cancerosas—. Desde una célula diferenciada, en principio, no es posible volver a obtener una célula madre.
Mientras no sea necesario, las células madre se mantienen inactivas: por tanto, no se reproducen, no se replica el ADN y se mantiene el material genético a salvo de posibles mutaciones. Así se evita la degradación de sus extremos, los llamados telómeros.
En el folículo piloso hay varios tipos celulares, cada uno con sus células madre implicadas. Uno de ellos es el melanocito, denominado así porque sintetiza melaninas, los pigmentos que dan color al cabello. Hasta ahora se pensaba que la causa principal de las canas era que el sistema de células madre que da lugar a los melanocitos falla prematuramente en comparación con otros linajes celulares; como consecuencia, los melanocitos dejarían de renovarse y el cabello perdería su pigmentación.
Las células yo-yo
Sin embargo, un equipo de investigación liderado por Qi Sun, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Cambridge, Massachusetts, ha realizado un estudio cuyos resultados parecen rechazar esta hipótesis. Según sus análisis, recientemente publicados en la prestigiosa revista Nature, el motivo que se esconde tras la despigmentación prematura del cabello, que llamamos “canas”, puede ser otro muy distinto.
Tal y como el equipo de Sun ha podido comprobar en ratones, los melanocitos del folículo piloso, una vez diferenciados, son capaces de revertir su estado al de células madre. A largo plazo, se ha podido observar que el linaje del sistema de células madre de melanocitos puede llegar a estar dominado por melanocitos revertidos, en lugar de células madre reservadas. Estas células podrían migrar de vuelta a la capa de células madre, en un movimiento de ascenso y descenso que ha sido comparado con un yo-yo.
Según los investigadores, durante el envejecimiento, se produce una acumulación masiva de células madre revertidas que no consiguen migrar de vuelta a la región donde deben estar, y quedan, de algún modo, ‘varadas’. Al mantenerse alejadas de los lugares donde se reciben las señales de proliferación, permanecen latentes y ya no contribuyen a la renovación de nuevas generaciones de melanocitos.
Estos hallazgos proponen un nuevo modelo de comprensión, en el que la desdiferenciación de las células desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de los linajes de células madre. Un nivel de plasticidad celular que, hasta ahora, era desconocido en células sanas.
Una nueva puerta al conocimiento
Este estudio, además, abre las puertas a la comprensión más profunda de la naturaleza del cáncer de piel más peligroso que se conoce: el melanoma. Estos tumores se derivan de los melanocitos, y conservan la capacidad de autorrenovación independientemente de su estado, incluso cuando están completamente diferenciados. La plasticidad y reversibilidad natural que, según el estudio, demuestran tener los melanocitos puede ser el motivo de la agresividad de los melanomas y de la dificultad inherente a su eliminación.
El conocimiento que proporciona este descubrimiento, por lo tanto, no solo puede ayudar a retrasar o reducir la aparición de canas, sino que también puede proporcionar nuevas herramientas en la lucha contra ciertos tipos de cáncer, como el melanoma, y otros problemas de salud relacionados con la pigmentación de piel o cabello.
Fuente: Muy Interesante