Mientras que Estados Unidos vive el “Apocalipsis del retail”, una crisis en el comercio minorista que se ha bautizado así tras el cierre de ocho mil 642 tiendas durante 2017, y otras tres mil 800 que lo harán en este año, en México, la apertura de locales y centros comerciales sigue creciendo.
En México, alrededor de 150 centros comerciales abrieron en los últimos cinco años, y este número seguirá aumentando.
Según datos de CBRE, firma especializada en bienes raíces, al menos otros 20 abrirán en 2018, sumándose a los 743 que ya existen en el territorio nacional. En 2016, la CDMX ocupaba el tercer lugar entre las ciudades con más centros comerciales, sólo tras Shanghai y Pekín.
“Del público mexicano hemos aprendido sobre la complementariedad de canales”, explicó el departamento de Comunicación Internacional de Bershka, la marca de ropa que en mayo reabrió su tienda insignia en el Centro Histórico de la CDMX, con una ampliación que la coloca entre las 20 más grandes del mundo.
Con 72 locales, México es el tercer país con mayor número de tiendas Bershka, después de España y Rusia.
En la experiencia de esta marca, el mexicano gasta más en prendas básicas: “La mezclilla funciona muy bien aquí, también las camisetas. Es parte importante de nuestro negocio en México”, explicaron.
Pero en la opinión de su competencia, existe un creciente interés por las últimas tendencias:
La crisis que azota al país del norte, pero que aún no da señales de réplica en nuestro país, tiene que ver con el alza de las compras en línea entre las nuevas generaciones de consumidores, según explican los expertos.
Por ello, son aún más relevantes los datos de la OCDE que dan cuenta sobre cómo México ocupa el lugar 38, de 39 países, como uno de los lugares que menos compras hacen por internet, con tan sólo el 7 por ciento de mexicanos que usan esta opción.
Lo que en Estados Unidos ya es un apocalípsis, en México se está convirtiendo en un oasis para empresas dedicadas a las ventas al menudeo. El perfil conservador de nuestra sociedad es un elemento clave.
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Fuente: Heraldo