La primera causa de catarros y resfriados es simple y llanamente el frío, según cuenta Moisés Robledo, secretario de información de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia: "Es en estas estaciones cuando circulan los virus que originan las enfermedades de vías aéreas altas, que entran en el cuerpo por las mucosas de las fosas nasales y la garganta". Así que ya sabes: para evitar enfermar estos meses, no hay remedio más potente que mudarse al Caribe. Allí, ni andando descalzo es probable que se contagie. Ahora pasemos a las soluciones realistas…
La más eficaz para burlar gripes o resfriados sí está al alcance de todos los bolsillos: lavarse las manos constantemente. El Instituto de Salud Carlos III recomienda hacerlo al menos cinco veces al día (mejor 10 o más) durante, como mínimo, 20 segundos. El virus de la gripe resiste algún tiempo en superficies exteriores: en las manos, por ejemplo, cinco o 10 minutos.
"Si en ese momento te rascas los ojos o te llevas las manos a la boca ya estás contagiado", contó a Buena Vida Miriam Fernández, experta en Microbiología de la Clínica de Navarra, en un ranking de medidas eficaces que colocaba este hábito en la primera posición, reduciendo el riesgo de enfermar de gripe en un 90%. Le seguían, por su rotundidad, vacunarse (que disminuye el riesgo en un 70%: la eficacia de la vacuna es limitada y la protección que confiere a cada persona es aún impredecible, según la Sociedad Española de Inmunología), huir de aglomeraciones y espacios cerrados (50%) y limpiar y ventilar la casa (40%). A la cola, tomar vitamina C (1%), hacer ejercicio intenso (10%) o beber mucho líquido (10% o 20%).
Come toda la fruta con vitamina C que te plazca, faltaría más, pero debes saber que la idea de que aleja la gripe es un mito. Además, solo necesitamos 1 gramo de este micronutriente al día. "Puedes tomar mucha más, pero lo único que harás con tanta vitamina C es eliminarla por la orina", explicaba a BuenaVida José Luis Cañada Merino, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
Otro manjar con buena fama, la miel, que solemos ingerir con leche cuando ya ha llegado el resfriado, alivia, ciertamente, el reflejo de la tos seca, según María del Carmen Seijo, del departamento de Biología Vegetal de la facultad de Ciencias de la Universidad de Vigo, "pero ni cura el trastorno ni tiene un efecto descongestivo de las vías respiratorias".
La dieta 'anticatarros' no existe
Aunque llevar un estilo de vida sano es clave para no enfermar, hay muy poco demostrado acerca de los alimentos que mejoran la inmunidad. La postura de los expertos es unánime: la comida no evita el contagio, pero sí hay comida que lo hace más llevadero, como los caldos vegetales, frutas, verduras o bebidas hidratantes. "Lo único claro en este campo es que la malnutrición compromete el sistema inmunitario", matizan desde la Sociedad Española de Inmunología. Descansar adecuadamente sí es una pauta que funciona.
Consejos específicos para los niños
Entre las claves que facilitan los pediatras para mantener a los críos bien lejos del virus, se alza la de extremar las medidas de higiene, y no compartir vasos, platos o cubiertos con ellos, así como evitar los ambientes secos, con humificadores o el tradicional bol con agua cerca del radiador. "El clásico truco de colocar una cebolla abierta en la habitación funciona unos inviernos sí y otros no", bromea David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
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Fuente: El País