Muchas personas, en especial los que empiezan a correr, se preocupan por le entrenamiento que les ponen: es demasiado o es muy poco. Posteriormente comienzan a saber mitos: correr mucho puede provocar lesiones, enfermedades cardíacas porque hay un esfuerzo doble o evitará ataques al corazón.
En décadas pasadas hubo estudios que decían los corredores presentaban más signos de problemas cardíacos; sin embargo un nuevo estudio demostró que no es verdad, pues no sólo depende de hacer ejercicio, sino del estilo de vida que se tiene antes, durante y después de practicar el deporte.
Sobre el estudio
Investigadores de la Universidad de Minnesota, la Universidad de Stanford y otras instituciones concentraron a un grupo de 50 hombres corredores, que por lo menos habían participado en 25 maratones consecutivos durante su vida.
La mayoría eran delgados al momento del estudio, aunque algunos tenían sobrepeso, de acuerdo con sus índices de masa corporal.
Cada uno llenó un cuestionario sobre sus rutinas de entrenamiento, así como de su estilo de vida y antecedentes de salud. Posteriormente se les escaseó el corazón para buscar aterosclerosis.
Dieciséis no tenían placa en sus arterias, doce mostraron pequeñas cantidades, otros doce tenían niveles moderados y diez sí tenían depósitos de placas preocupantes.
Resultados
Los hombres que habían corrido más maratones no necesariamente tenían menos placa en las arterias, pero tampoco más. Lo mismo ocurrió con aquellos que corrieron menos maratones. Sin embargo, el estilo de vida como fumar o tener colesterol alto estaba relacionado con la cantidad de placa.
De esta forma se desmintió que los años de entrenamiento no dañaron los corazones de los corredores.
Lo que se debe tomar en cuenta es que el estudio se aplicó a una muestra pequeña. Todos eran de piel clara y habían tenido los medios físicos, económicos y psicológicos para competir durante el tiempo que lo hicieron.
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Fuente: New York Times